Como parte de su estrategia de negocios, Petróleos Mexicanos buscará capital para reconfigurar las refinerías de Salamanca y Salina Cruz mediante la realización de sociedades, aseguró el director general de Pemex Refinación, Miguel Tame Domínguez.
“De las tres refinerías, la que va viento en popa es la de Tula; en Salamanca y Salina Cruz tendremos que buscar alternativas… dinero fresco que no venga de Hacienda”, afirmó el funcionario durante el XI Foro de Refinación, Gas y Petroquímica del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
El directivo señaló que la reforma energética les otorgó un doble mandato, ya que ahora no se debe abastecer el mercado nacional de petrolíferos, sino desarrollar actividades empresariales, económicas, industriales y comerciales que generen rentabilidad para el Estado.
Tame Domínguez previó que en 2018, horizonte en el cual esperan terminar la reconfiguración de la refinería en Tula, Pemex tendrá un regreso importante en la capacidad de proceso de crudo.
Y es que, explicó, la reducción en el procesamiento de crudo es consecuencia de refinerías cuya conversión a productos de alto valor agregado es del 60 a 62 por ciento, mientras que Cadereyta, que ya está reconfigurada, convierte 82 por ciento por barril de crudo.
“Evidentemente ese 20 por ciento de diferencia hace un abismo en el comportamiento financiero de un centro de trabajo, por lo tanto, la sobrevivencia de la refinación está basada en que logremos terminar con éxito estos proyectos”, resaltó.
Asimismo, expuso que para poder avanzar necesitan desarrollar más proyectos que les permitan lograr una mayor competitividad, dejar de depender al 100 por ciento del presupuesto y buscar otras fuentes de financiamiento, como el caso de las asociaciones.
“Pemex busca generar valor a través de esquemas de negocios novedosos, que nos permitan accesar a capital para la realización de los proyectos que hoy son fundamentales para la mejora financiera y el mandato de crear valor agregado”.
Tame Domínguez precisó que estas alianzas deben ser caracterizadas por una excelencia operativa, así como por generar nuevos proyectos que permitan incrementar la oferta al mercado.
“Las asociaciones estratégicas permitirán que se mejore la productividad, que tengamos una fuerza de venta mayor, la posibilidad de accesar a nuevos mercados, por ejemplo el centroamericano, y desarrollar nuevos productos, sobre todo en petroquímica”.