En México los bancos pierden hasta 93 millones de dólares anualmente, sólo a través del fraude en línea, de acuerdo con una investigación del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
La Ponencia IMEF 2015, la máxima investigación anual del organismo presentada aquí, refiere que en Japón la Agencia Nacional de Policía estima que los bancos pierden alrededor de 110 millones de dólares anualmente.
En el documento titulado "Hacia una nueva economía: un enfoque disruptivo en los negocios", expone que un estudio realizado por McAfee80 revela que el costo anual para la economía global del cibercrimen es de más de 400 mil millones de dólares.
Menciona que en 2013 en Estados Unidos el gobierno notificó a tres mil compañías que habían sido "hackeadas", pero la mayoría de los incidentes del cibercrimen no son reportados.
Se estima que la economía de Internet genera anualmente entre dos mil y tres mil billones de dólares por lo que el cibercrimen extrae entre 15 y 20 por ciento del valor creado por Internet, agrega.
Indica que la afectación más importante del cibercrimen es por el robo de propiedad intelectual e información confidencial de los negocios, ya que éstas tienen las implicaciones económicas más significativas.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos reportó que el robo de propiedad intelectual (de todas las clases, incluido el cibercrimen) cuesta a las compañías estadounidenses entre 200 mil millones y 300 mil millones de dólares anualmente.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) estima que los costos de la piratería y falsificación de mercancías para las compañías es de 638 mil millones de dólares al año, retoma el IMEF en su publicación.
Expone que el cibercrimen financiero, el robo de activos financieros a través de ciberataques, es la segunda fuente de pérdidas directas; cuando hackers roban los datos de tarjetas de crédito de millones de personas llaman inmediatamente la atención.
Subraya que las leyes de protección de datos personales requieren que se reporte cuando la información personal ha sido comprometida.
Estos ataques pueden costar a las compañías atacadas más de 100 millones de dólares en costos de recuperación en grandes incidentes, aun cuando la cantidad obtenida por los cibercriminales es mucho menor, menciona.
Señala que el robo de información confidencial de los negocios es la tercera afectación más importante del cibercrimen y el ciberespionaje, ya que puede convertirse rápidamente en una ganancia.
La Ponencia IMEF 2015 "Hacia una nueva economía: un enfoque disruptivo en los negocios", es un análisis integrado por siete capítulos, en respuesta a los progresos tecnológicos del entorno global, propios de la nueva economía.
En esta prevalece un fuerte enfoque hacia la economía del conocimiento y cómo esta va a impactar los procesos de producción, la productividad y la competitividad cuyo nuevo orden carece de fronteras y la conectividad digital es fuente de organización.
Indicó que actualmente en todo el mundo, los gobiernos son el “Big Brother”; el mayor vigilante porque les interesa ver a las empresas con fines recaudatorios.
“El espionaje patrocinado por los gobiernos de los países está muy bien organizado e industrializado con una vasta cantidad de recursos a su disposición”, según se reconoce en la ponencia.
Se destaca que los espías buscan mejorar las capacidades estratégicas de las naciones que los patrocinan proveyendo la información acerca de sus productos, planes y otros datos que pueden llevarlos a una ganancia o pérdida estratégica en el largo plazo. No obstante se pone énfasis en que el cibercrimen financiero (el robo de activos financieros a través de ciberataques) es la segunda fuente de pérdidas directas. Estos ataques pueden costar a las compañías atacadas más de 100 millones de dólares en costos de recuperación en grandes incidentes, aun cuando la cantidad obtenida por los cibercriminales es mucho menor. Tan sólo en México los bancos pierden hasta 93 millones de dólares cada año por medio del fraude en línea. "Cuando hackers roban los datos de tarjetas de crédito de millones de personas llaman inmediatamente la atención. Las leyes de protección de datos personales requieren que se reporte cuando la información personal ha sido comprometida”, se pondera en la ponencia. En Japón la Agencia Nacional de Policía estima que los bancos pierden alrededor de 110 millones de dólares anualmente. En 2013, el ataque a Target costó a los bancos más de 200 millones de dólares, sin considerar los costos incurridos por el minorista y sus clientes. Para el IMEF, los criminales cibernéticos cada día son más sofisticados, pacientes y con mayores recursos financieros.
Advirtió que ya no se trata del hacker solitario si no del crimen organizado que prueba múltiples técnicas hasta penetrar la seguridad de las organizaciones que se han fijado como objetivo. Hay una evolución: Las amenazas ahora son persistentes y avanzadas, alertó.