México se ha preparado ante la caída del precio del petróleo, a través de la despetrolización de la economía y la compra de coberturas, y por ahora no está previsto un ajuste presupuestal ni alza de impuestos, señaló el secretario de Hacienda, Luis
Videgaray Caso.
Durante su participación en la XXVII Reunión de Embajadores y Cónsules 2016, y en conferencia de prensa posterior, precisó que si tuviera que hacerse algún ajuste a las finanzas públicas durante este año, “podemos descartar cualquier tipo de incremento a los impuestos”.
“El compromiso de no incrementar impuestos en el resto de la administración es un compromiso explícito y firme del presidente Enrique Peña Nieto, que lo vamos por supuesto a honrar y respetar”, subrayó.
Dependerá de cómo se presenten los escenarios, expresó, que el gobierno federal habrá de tomar las medidas que sean necesarias para preservar la estabilidad, no porque esta sea un fin en sí mismo, sino porque “es la manera de proteger a las familias mexicanas”.
Ante la canciller Claudia Ruiz Massieu y los integrantes del cuerpo diplomático, señaló que en los últimos años, México ha construido fortalezas macroeconómicas y ha aprobado reformas estructurales para enfrentar el complejo entorno económico internacional y diferenciarse del exterior.
Explicó que México se ha preparado ante la caída del precio del petróleo, primero con el Tratado de Libre Comercio, que permitió un cambio en la estructura de las exportaciones, de las cuales hace 30 años la mayoría eran petróleo y ahora representan menos de 10 por ciento, mientras el gran grueso son manufacturas.
El encargado de las finanzas públicas dijo que otro elemento son las coberturas que se contratan año con año, que en 2015 protegieron los ingresos a 79 dólares por barril y este año en 50 dólares, lo que es relevante, porque el precio de la mezcla mexicana está alrededor de 24 dólares.
Además, apuntó, se ha reducido la dependencia de los ingresos petroleros, los cuales hace tres años representaban 39 por ciento de los ingresos públicos, y al tercer trimestre del año pasado se redujo a menos de 20 por ciento.
Señaló que esto tiene que ver con la caída del precio del petróleo, pero también con el incremento de los ingresos tributarios no petroleros, que crecieron de un nivel cercado a 8.0 por ciento en 2012, el más bajo de América Latina, a más de 12 por ciento al cierre de 2015.
“La despetrolización de las finanzas públicas es un hecho, ha ocurrido, y es una combinación de dos factores: la caída del precio del petróleo, pero también de manera muy destacada, producto de la reforma hacendaria, el incremento de los ingresos tributarios no petroleros”, subrayó.
Ante la caída reciente del precio del petróleo, Videgaray Caso precisó que la cotización de este año está protegida por operaciones de cobertura, y en virtud de que ya se hicieron recortes presupuestales en 2015 y para este año “no está previsto en las condiciones actuales realizar un ajuste presupuestal”.
“Estaremos atentos y si las circunstancias así lo demandaran, no descartamos ninguna opción de política económica; nuestra prioridad fundamental es conservar la estabilidad de la economía mexicana, no como un fin en sí mismo, sino como una manera de proteger la economía de las familias mexicanas”.
Si las circunstancias cambian, continuó, las autoridades estarán anunciando las medidas que sean conducentes, “pero por ahora, en las circunstancias actuales, no hay una decisión en este sentido, no se considera necesario”.
El secretario de Hacienda descartó cualquier tipo de incremento a los impuestos en caso que tuviera que hacerse algún tipo de ajuste a las finanzas públicas.
Por otra parte, señaló que la depreciación del peso frente al dólar se deriva de un fenómeno global y no es específico de la economía mexicana, pero la prioridad de las autoridades es asegurar que el mercado funcione de manera ordenada y con amplia liquidez, a través de subastas de dólares.
Precisó que el mecanismo de subastas de dólares está en permanente revisión, y el objetivo no es sostener un nivel particular del tipo de cambio, sino asegurar que funcione, con liquidez y de manera ordenada,
“Ese objetivo lo hemos logrado cumplir de manera satisfactoria”, apuntó el funcionario, al precisar que si bien el mecanismo de subastas funciona, la Comisión de Cambios -integrada por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México- está atenta de forma permanente a lo que ocurra en el mercado.
Aclaró que por ahora no se ha tomado alguna decisión respecto a modificar este mecanismo y con oportunidad, antes de que se venza el plazo de vigencia de las subasta con precio mínimo este 29 de enero de 2016, habrá de anunciarse si continua en su términos actuales o se modifica.
“Por ahora no hay ninguna determinación de modificar este mecanismo, los niveles de liquidez son satisfactorios y el mercado está funcionando ordenadamente”, agregó el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Resaltó que la depreciación del tipo de cambio no se ha traducido en un incremento en el costo de la vida de los mexicanos, al contrario, este jueves se publicó el dato de inflación al cierre de 2015, que fue de 2.13 por ciento, una cifra históricamente baja.
Comentó que a pesar de la depreciación superior al 15 por ciento que tuvo el peso frente al dólar en 2015, también se registró la inflación más baja en la historia del país desde que se mide este indicador, en 1970.
En su intervención ante los embajadores y cónsules de México en mundo, Videgaray Caso expuso un decálogo de las fortalezas logradas por el país en los últimos años, y que han contribuido a diferenciarlo de otras naciones emergentes y enfrentar el complicado entorno económico externo.
Entre estas fortalezas resaltó las políticas monetaria y fiscal responsables; impulso al crecimiento; paquete de reformas estructurales; apertura comercial; integración a Norteamérica; estrategia para impulsar la productividad; el combate a la ilegalidad, y nuevos instrumentos de inversión.
Así, dijo Videgaray, ante el complejo entorno mundial, México se ha venido preparando y tiene ahora características que lo convierten en una economía distinta, con ventajas claras y mayores fortalezas que otras economías emergentes.