Dentro del entorno de deflación que experimenta el mundo, México puede convertirse en "el oasis para las grandes inversiones" y alejarse de la etiqueta de economía emergente, consideró el economista Jorge Suárez Vélez.
Consideró que en un contexto en el que el dólar estadounidense se revalúa, los precios de petróleo van a la baja y el gigante de China desacelera su crecimiento; la región de Norteamérica (Estados Unidos, Canadá y México) se proyecta como la región del siglo.
El analista estimó que al haber desarrollado una fuerte manufactura, preservar variables económicas fuertes y mantener una cercana relación con Estados Unidos; una economía en ascenso, tienden a hacer del país un oasis para los inversionistas, por lo que México no tiene mucho de qué preocuparse en el volátil contexto mundial.
Durante un taller de medios sobre el contexto económico mundial, Suárez Vélez dejó en claro que para que la fórmula funcione es indispensable elaborar una reforma fiscal efectiva y avanzar sustancialmente en el combate a la corrupción.
"México tiene que hacer un esfuerzo importante para construir un Estado de derecho. Es la oportunidad para que el país pueda aprovecharla y desarrollarse como una economía más avanzada”, apuntó.
Entre los grandes pendientes en los que se debe actuar para alcanzar ese nivel de desarrollo es la implementación de una reforma fiscal que haga llegar recursos al erario sin depender del petróleo.
Uno de los grandes temas, indicó, es la necesidad de inyectar inversión privada a Pemex para que alcance los niveles necesarios para su óptimo y competitivo desarrollo.
De igual forma, recalcó que la reforma fiscal deberá incluir el cobro de un IVA generalizado, y modificar la firma de recaudar y de gastar, donde se priorice el gasto en inversión y se elimine gasto corriente.
A decir del economista, hoy en día una parte que "jala" muy bien en México es la manufactura para dejar de depender tanto de los precios del petróleo.
Asimismo, “la manera en que ha actuado el Banco de México (Banxico) ante la volatilidad cambiaria ha sido la correcta y aún hay un importante margen de maniobra”.
Al respecto, dejó en claro que el comportamiento del dólar frente al peso no es condición privativa de México, por el contrario, la pérdida de valor de la moneda nacional ha sido moderada en el contexto mundial, con un promedio de 18 por ciento.
Lo anterior, porque frente a economías donde esta pérdida es mayor a 30 por ciento, como puede ser el caso de Brasil o Argentina, es de 33 y 36 por ciento, respectivamente.
Explicó que frente a China, una nación que después de tener crecimientos espectaculares basados en un incremento "irracional" de su infraestructura con la edificación de grandes ciudades fantasma, inició un proceso de desaceleración económica que se prevé continúe, lo que afecta a sus grandes proveedores mundiales como Brasil.
México, refirió, no aparece como importante exportador de materias primas a la nación asiática, por lo que su producción continúa.
En este contexto, nuestro país es hoy por hoy manufacturero, cuyo 17.3 por ciento de su producción proviene de ese sector que tiene una relación estrecha con Estados Unidos, puntualizó Suárez Vélez.
Resaltó que los mexicanos no tienen motivo para alarmarse por el incremento del dólar o la situación de China, toda vez que no se ve en el país cierres de empresas y mucho menos despidos masivos.