Mantiene Banxico tasa de referencia

economia1

La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió mantener en 3.25 por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en línea con la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que este 27 de enero también dejó sin cambio sus tasas.

En su anuncio de política monetaria explicó que esta decisión se basa en que el escenario central sobre el comportamiento de la inflación para el corto y el mediano plazo es congruente con la consolidación de la convergencia de ésta al objetivo permanente de 3.0 por ciento.

No obstante, y al considerar que la coyuntura actual cambia de manera desfavorable, aunado a que los riesgos se han acentuado, anunció que la Junta de Gobierno seguirá de cerca la evolución de los determinantes de la inflación y sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazo, en especial del tipo de cambio y su posible traspaso a los precios al consumidor.

En ese contexto, se mantendrá vigilante de la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, sin descuidar la evolución de la brecha del producto, subrayó el instituto central.

Lo anterior, para estar en posibilidad de tomar medidas con flexibilidad y en el momento en el que las condiciones lo requieran, para consolidar la convergencia eficiente de la inflación al objetivo de 3.0 por ciento.

A su vez, expuso que la economía mundial continúa debilitándose ante la atonía del crecimiento de los países avanzados, una persistente desaceleración de los emergentes y un estancamiento del comercio mundial.

Añadió que el balance de riesgos para el crecimiento y la inflación mundiales se deterioró respecto de la decisión anterior, y hacia adelante no se puede descartar que la volatilidad financiera internacional permanezca alta e incluso incremente.

El mercado mundial de petróleo muestra todavía un significativo desbalance estructural entre oferta y demanda, lo que hace prever precios deprimidos por un horizonte relativamente largo, expuso.

El Banxico refirió que persiste la posibilidad de una descompresión

desordenada de primas por plazo en los mercados financieros internacionales, ante la normalización esperada de la política monetaria en Estados Unidos.

Por lo anterior, subrayó que es fundamental mantener un marco macroeconómico sólido en México, para lo cual será necesario llevar a cabo los ajustes requeridos en las finanzas públicas.

Ello, dijo, al incluir Petróleos Mexicanos para absorber el choque a los ingresos públicos que representa la caída y el deterioro de las perspectivas del precio del petróleo.

Además, modificar la postura de política monetaria al ritmo que sea pertinente y continuar con la implementación adecuada de las reformas estructurales, en particular en el sector de hidrocarburos, planteó.

Lo anterior deberá incrementar la confianza en México y contribuiría a distinguirlo de otros países emergentes, de tal forma que el componente de riesgo soberano en las tasas de interés, al igual que otras primas de riesgo, permanezcan en niveles bajos.

El instituto central afirmó que esto último es crucial ante el actual entorno externo en el que las condiciones financieras se tornan astringentes.

En el cuarto trimestre de 2015 la economía mexicana continuó mostrando un crecimiento sustentado en el comportamiento del consumo privado como reflejo, en parte, de la evolución positiva del mercado laboral y de la baja inflación, lo cual produjo incrementos en la masa salarial real.

En cambio, las exportaciones manufactureras continuaron estancadas como reflejo, principalmente, de la debilidad en la actividad industrial estadounidense, en tanto que la inversión fija bruta redujo su dinamismo y por el lado de la oferta destaca el desempeño favorable del sector servicios.

En consecuencia, se estima que el crecimiento de la actividad productiva en el cuarto trimestre de 2015 fue moderadamente inferior al observado en el trimestre previo, indicó el banco central.

Así, añadió, prevalecen condiciones de holgura en la economía y en el mercado laboral, aunque algunos indicadores sugieren que éstas disminuyen de manera gradual.

En ese contexto, explicó, no se anticipan durante los próximos trimestres presiones generalizadas sobre los precios provenientes de la demanda agregada.

También se considera que el balance de riesgos para el crecimiento muestra cierto deterioro respecto de la decisión previa de política monetaria.

El instituto central resaltó que la inflación general cerró 2015 en 2.13 por ciento, nivel mínimo histórico desde que se mide el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

Sin embargo, la inflación anual mostró un repunte en la primera quincena de enero a 2.48 por ciento, debido al efecto previsto de base de comparación derivado de las reducciones en los precios de los servicios de telefonía en enero de 2015, el cual fue en parte compensado por el impacto de la política de precios de los energéticos para 2016, expuso.

Aún con lo anterior, indicó el Banxico, las expectativas de inflación para el cierre de 2016 y 2017 provenientes de encuestas entre analistas continuaron en descenso.

Así, anticipó, tanto la inflación general, como la subyacente, podrían cerrar 2016 en niveles cercanos al 3.0 por ciento y en 2017 ambos indicadores se estabilizarían alrededor de dicho nivel, congruentes con el objetivo establecido para esa variable, expuso.

Esta previsión, acotó, está sujeta a riesgos, el principal es que dadas las consecuencias que el entorno internacional tiene sobre el comportamiento del tipo de cambio, persista la depreciación reciente de la moneda nacional o se acentúe.

Dicha situación, refirió, podría contaminar las expectativas de inflación y conducir a aumentos de precios de los bienes no comerciables.

Otro riesgo es que la brecha del producto se cierre más rápido de lo previsto, si bien este efecto se manifestaría de manera gradual.

Entre los riesgos a la baja, explicó que podrían continuar las reducciones en los precios de algunos insumos de uso generalizado, tales como los servicios de telecomunicación y los energéticos.

Ello, añadió, como consecuencia de las reformas estructurales, aunado a que se revierta cuando menos parte de la depreciación reciente de la moneda nacional.

En el corto plazo el balance de riesgos para la inflación se ha deteriorado, en tanto que en el mediano se mantuvo sin cambio respecto de la decisión anterior, agregó el Banxico.

Follow Us on Social

Most Read