La Comisión Federal de Electricidad (CFE) compró energía, certificados de energía limpia (CEL) y sólo se declaró desierto el proceso para adquirir potencia, debido a que no hubo ofertas, por lo que se realizará una segunda subasta a finales del año. En total
se presentaron 227 ofrecimientos.
De los certificados de energía limpia, CFE compró 5 millones 426 mil 580, es decir el 85.3 por ciento de los 6.3 millones que buscaba adquirir.
En cuanto a energía la necesidad de la CFE era de 6.3 millones de GWh de energía, de los cuales compró 5 millones 385 mil 720, es decir el 84.66 por ciento.
Se espera que más tarde este martes se dé a conocer el nombre de las empresas ganadoras.
El Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) informó que los ganadores se determinaron mediante un algoritmo informático el cual determinó las mejores posiciones para el Estado tomando en cuenta variables como el precio y la ubicación.
Solo hubo un proceso de puja debido a que se registró un excedente de las ofertas superior al 8.52 por ciento (de hecho fue de 39.43 por ciento). Esto se hizo para que hubiera una mayor cantidad de ofertas que lo demandado y el proceso fuera competitivo.
Los certificados de energía limpia se refieren a papeles que certifican que se trata de electricidad proveniente de fuentes verdes, es decir que no emiten huella de carbono. Por ley es necesario que cualquier consumidor en México compruebe que 5 por ciento de su energía tiene certificados.
La CFE tiene que adquirir estos papeles para que la electricidad que luego distribuya a todas las casas y comercios del país tenga esta “certificación”.
El segundo producto, la energía, se refiere propiamente a la electricidad que corre en todo el Sistema Eléctrico Nacional, mientras que la potencia, por la que no hubo ofertas, se refiere a la fuerza que se necesita para transmitir la electricidad.