El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, negó que existan ataques especulativos sobre el tipo de cambio, que por el contrario, es el amortiguador de los choques externos que impactan a la economía mexicana.
"No estamos viendo un ataque especulativo. Los ataques especulativos normalmente se presentan cuando se está especulando contra alguna decisión que tome el Banco Central y en este caso no los estamos viendo", dijo en conferencia de prensa.
Durante la presentación del Informe Trimestral Enero-Marzo 2016, el banquero central indicó que la depreciación del tipo de cambio en las últimas semanas no es un fenómeno exclusivo de México, sino va acompañado con lo que sucede en otros países.
“Sin duda hemos visto una depreciación en las últimas semanas del tipo de cambio, no pienso que sea un fenómeno exclusivo de México, es un patrón muy similar al que han seguido otras divisas, es una cuestión de horizonte en el tiempo”, dijo.
Explicó que la afectación del peso frente a otras moneda se debe a que es uno de los mercados más líquidos, y hay fenómenos que explican la depreciación como el régimen de tipo de cambio flotante, y este es uno de los factores que ayudan a la economía mexicana a absorber los choques externos.
“Estaremos muy al pendiente del desempeño del tipo de cambio y del posible impacto que se tenga sobre la inflación esperada y también nos mantendremos muy al pendiente de las decisiones de la Reserva Federal”, añadió.
En este sentido, indicó que el Instituto central tomará las decisiones de la manera más objetiva posible sobre los ajustes en la política monetaria, confiando en que el alza de tasas de interés no será de manera adelantada y que sólo habrá una intervención emergente en el mercado si se presentan condiciones extraordinarias.
Reiteró que se observarán “los fenómenos que se presenten y con una altísima esperanza de que esto se haga bajo el calendario normal de decisiones de la política monetaria”.
Al destacar que el reto para México en estos momentos es estar funcionando en un entorno de bajo crecimiento global y un estancamiento en el comercio mundial, hizo énfasis en preservar los fundamentos macroeconómicos del país y que se eficiente la instrumentación de las reformas estructurales como fuente interna de crecimiento.