A pesar del entorno internacional complejo y volátil, la economía mexicana crece, incluso a un ritmo superior al de 2015, lo que no ocurre con otras naciones latinoamericanas como Brasil, Argentina y Venezuela, que registran disminución.
En un contexto mundial de numerosos riesgos de tipo financiero, de mercado y de carácter geopolítico, México apuesta por la consistencia de una política económica basada en la disciplina y la responsabilidad.
En el documento “Situación económica actual de la actividad económica y agropecuaria en México: aspectos relevantes”, del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados se señala:
El consumo por el aumento del empleo, el crédito a familias y empresas y a que las fluctuaciones en el tipo de cambio no han afectado a los precios, lo que mantiene a la inflación por debajo de la meta anual del 3 por ciento.
Mencionó que en el Producto Interno Bruto (PIB), destaca el crecimiento del sector primario (agropecuario) y sector terciario (servicios) con el 3 y 3.7 por ciento, respectivamente.
Las actividades primarias, en comparación con los resultados del primer trimestre de 2015, crecieron en términos reales en un 3.1 por ciento, monto superior al de toda la economía que fue del 2.6 por ciento.
El sector agroalimentario (primario más industria alimentaria, bebidas y tabaco) aumentó 2.7 por ciento en relación con el mismo trimestre de 2015, derivado del incremento de los subsectores agrícola y ganadero que crecieron en 4 y 2.1 por ciento, respectivamente, en tanto que la industria de alimentos bebidas y tabaco avanzó 2.4.
Además, en materia de exportaciones agropecuarias, al primer trimestre de 2016 ascendieron a 4 mil 185.4 millones de dólares con un aumento del 12.1 por ciento respecto al mismo periodo de 2015, único renglón de la Balanza Comercial con signo positivo, destacando por su valor la exportación fresas frescas, pimiento, legumbres y hortalizas frescas, jitomate, cebollas y ajos.
El CEDRSSA mencionó que las finanzas públicas se sustentan en ingresos sólidos y los ajustes necesarios para mantener la estabilidad, y recaen en mayor medida en el gasto público, avanzando por otro lado, en la instrumentación de las reformas estructurales, principalmente la energética.
Relató que en el primer trimestre de 2016 el crecimiento fue sustentable y firme a partir de una sólida reserva de divisas por 177 mil 371 millones de dólares.
La línea de crédito flexible aprobada y renovada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 88 mil millones de dólares, hace un total de 265 mil 371 millones de dólares para hacer frente a la volatilidad financiera y, de ser necesario, respaldar el tipo de cambio.