La calificadora Moody's Investors Service dijo que dada las dificultades por las que atraviesa Petróleos Mexicanos es necesario que el gobierno federal tenga que apoyar nuevamente a la paraestatal en 2017.
Estimó que se tratará que el costo fiscal no venga por la parte del presupuesto, sino que utilizaría todas las herramientas a su disposición para dar esta ayuda a la empresa petrolera, de ser necesario.
El principal pasivo contingente es Pemex, pero el gobierno federal lo está manejando relativamente bien, por lo cual existe la posibilidad de que revierta el nivel de deuda y el país construya un espacio fiscal para absorber cualquier tipo de pasivo contingente, añadió.
Por otro lado estimó que la economía mexicana registrará un crecimiento promedio anual entre 2.0 y 2.5 por ciento en 2016 y 2017, con un sesgo a la baja porque pueden seguirse dando choques externos, nivel de crecimiento que no ayuda a estabilizar al razón de deuda respecto al PIB.
De acuerdo con las estimaciones de Moody's, la deuda del gobierno federal llegará a 37 o 38 por ciento del PIB en 2017 y 2018, para estabilizarse en ese nivel y empezar a declinar, según el crecimiento de mediano y largo plazos.
Destacó que mantendrá en evaluación la calificación soberana de México en una perspectiva de 12 a 18 meses, periodo durante el cual analizará el progreso del proceso de consolidación fiscal emprendido por el gobierno federal.
El analista senior del Grupo Soberano de la agencia, Jaime Reusche, recordó que el pasado 31 de marzo Moody's cambió la perspectiva de la nota soberana de México de estable a negativa y afirmó la calificación en A3.
Las principales razones para ello fueron el débil crecimiento económico y un contexto externo adverso que pondrán a prueba los esfuerzos de consolidación fiscal, así como un aumento del riesgo de que el incremento de las razones de deuda no se estabilicen en el mediano plazo.
Reusche apuntó que desde la perspectiva de la calificación soberana, lo más importante es el tema fiscal, por lo cual para Moody's es fundamental que México cumpla sus metas en la materia.
Aclaró que la deuda de México no es insostenible ni hay un problema fiscal, pero el país “pierde vuelo” dentro del grado de inversión en el que está su calificación soberana, y el perfil fiscal de país se empieza a ver no tan notable.
Explicó que Moodys evalúa la credibilidad de la política fiscal de México y si las autoridades van a lograr sus objetivos de consolidación fiscal, como se esperaría de un país que tiene calificación A.