El secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, presentó al Senado de la República un panorama económico desalentador por lo que pidió a los políticos no adoptar posiciones irresponsables que pueden provocar costos en el crecimiento, desempleo y pobreza.
En el marco de su comparecencia ante los senadores, el encargado de las finanzas del gobierno federal dijo que hay varios riesgos que amenazan la estabilidad macroeconómica global y las perspectivas de crecimiento:
En primer lugar, hay altas probabilidades de enfrentar un ciclo de alzas de tasas de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Ello nos obliga a proteger la solidez de nuestras finanzas para asimilar esos incrementos y aprovechar el crecimiento esperado en nuestro principal socio comercial.
En segundo lugar, la evolución del mercado petrolero vuelve imperativo ajustar nuestras expectativas a la realidad de precios estructuralmente más bajos. Los precios han caído casi 64% desde su máximo nivel y se prevé que continúen en umbrales bajos en los próximos años.
En tercer lugar, el entorno geopolítico actual ha generado volatilidad en los mercados financieros. Los riesgos van desde la recomposición estructural por la inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea y podrían verse agravados por un incremento en las tendencias proteccionistas entre las economías avanzadas. El proceso electoral en Estados Unidos ha contribuido a esa incertidumbre.
Para el titular de Hacienda, el entorno internacional obliga a cerrar ese ciclo. En esta coyuntura, dijo, se debe reconocer que no es factible disminuir la deuda sin reducir el gasto; tampoco lo es debilitar nuestro marco tributario.
“No sería realista proponer una reducción del gasto programable si no estamos dispuestos a revisar todos los rubros”, apuntó.
Meade Kuribreña dijo que los programas de gobierno incorporan las aspiraciones de todos los sectores económicos, de las distintas regiones y de cada grupo social.
“Dada la magnitud de la reducción en el gasto que se requiere, todos tendremos que contribuir al fin superior de proteger nuestra economía en esta compleja coyuntura. Quien pretenda mantenerse al margen de este esfuerzo estará negándole al país la oportunidad de preservar la estabilidad”, indicó.
Según el funcionario, en nuestras manos está actuar con oportunidad y decisión, y así garantizar que nuestra credibilidad se mantenga.
“Abandonarnos a la inercia, o adoptar una posición por debajo de la responsabilidad que la situación demanda, tendría costos significativos en términos de crecimiento, desempleo y pobreza”, indicó.
El titular de SHCP dijo que no ignoremos nuestra memoria. “Los episodios críticos que se vivieron en México y en otros países de nuestra región en el pasado, y se viven hoy en algunos países vecinos, ilustran la magnitud de los costos que puede acarrear la pérdida de la estabilidad”, expuso ante legisladores.
Finalmente, dio que las finanzas nacionales enfrentan una presión por un total de 340 mil 800 millones de pesos, equivalentes a 35 por ciento del presupuesto para todas las dependencias.