Los bancos HSBC y Santander recortaron el lunes la perspectiva de crecimiento para México el próximo año ante la posibilidad de que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos golpee las inversiones y la confianza del consumidor de la segunda economía latinoamericana.
Ambos dijeron que el Producto Interno Bruto de México crecería cerca de 1.7 por ciento en 2017. HSBC tenía una proyección previa de 2.3 por ciento de expansión, mientras que Santander había estimado un 2.2 por ciento.
La agencia calificadora Moody's recortó el lunes su estimación del PIB para el 2017 a 1.9 por ciento desde el 2.5 por ciento previo.
Trump ha amenazado con renegociar e incluso desechar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que considera ha perjudicado los intereses de los estadounidenses, además de bloquear el dinero que los inmigrantes envían a México para así financiar un muro a lo largo de la extensa frontera entre ambas naciones.
México envía cerca del 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, su principal socio comercial y de inversiones. El comercio bilateral llegó a más de 580,000 millones de dólares el año pasado.
"El resultado de las elecciones en Estados Unidos tendrá probablemente un impacto significativo en la actividad económica de México en los próximos años", dijo el economista del HSBC Alexis Milo en su reporte.
Una encuesta de Banamex la semana pasada, antes de las elecciones, mostró que la mediana de las expectativas era de una expansión del PIB de un 2.3 por ciento el próximo año. La economía creció un 2.5 por ciento el año pasado y está en camino de crecer 2.1 por ciento este año, de acuerdo al sondeo.
Milo dijo que el impacto negativo del próximo año podría ser moderado debido a que podría tomar un tiempo implementar cambios al comercio. Su revisión a la baja del pronóstico de crecimiento se debió a la expectativa de menos inversión extranjera y doméstica en México.
Santander dijo que revisó a la baja su pronóstico debido a que se espera una baja en las exportaciones y el consumo privado.
"El proteccionismo comercial podría no ser la principal prioridad, pero probablemente emergerán algunas restricciones tarde o temprano y tendrán un impacto directo en el crecimiento a ambos lados de la frontera", dijo el economista de Santander David Franco.