El incremento en el precio del dólar ha desincentivado la importación de vehículos usados procedentes de Estados Unidos, que sumado a la ratificación del decreto que regula la introducción de unidades “chocolate” a México, sugiere que en 2017 esta práctica disminuya.
El director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) Guillermo Rosales Zárate, dijo que la baja en la importación de autos usados de 40 por ciento durante octubre pasado, responde a las medidas de las autoridades en la frontera norte del país pero también al aumento en el precio del dólar estadounidense.
“En este dato también está reflejado el incremento en el valor del dólar y la pérdida de atractivo de traer un vehículo importado”, abundó el directivo en entrevista.
Asimismo, refirió que para reforzar la seguridad jurídica de quienes pretenden internar legalmente un vehículo extranjero a México, el gobierno federal amplió una vez más el Decreto por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados hasta el 31 de diciembre de 2017.
Ante tal anuncio, puntualizó, la autoridad hace que prevalezca el proceso formal para la importación legal de vehículos usados, por lo que no existe justificación para la legalización de los vehículos que circulan ilegalmente en México.
Gracias a la permanencia de este Decreto y a que el gobierno federal y el Sistema de Administración Tributaria no han cedido a los intentos por flexibilizar esta normatividad, hasta octubre de 2016, la importación de vehículos usados es de apenas 127 mil 862 unidades.
Ello es equivalente a 10.2 por ciento del total de la venta de vehículos nuevos en el mismo lapso, estimó Rosales Zárate.
Con estos controles y un dólar que limita la importación de esas unidades, subrayó, la única forma en que podría resultar atractivo importar vehículos es hacerlo de manera fraudulenta, y evitando el pago de las contribuciones a las que se encuentran obligados.
Recordó que en abril de 2016, había un incremento de 19 por ciento en la importación de autos usados y que fue justamente a partir de mayo cuando la industria hizo un llamado enérgico para que se establecieran medidas de control.
“Una vez que el gobierno federal atendió las pruebas de campo ofrecidas por la industria para no permitir el fraude al Estado mexicano, hemos observado una rápida de disminución de mayo a octubre”, consideró el directivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.