Los principales retos del sector eléctrico son mantener un balance en el
suministro de combustibles necesario para la generación de electricidad; diseñar y aplicar tarifas que cubran costos eficientes y envíen señales adecuadas a productores y consumidores, aseguró el analista Ramsés Pech.
De acuerdo con el especialista, el gobierno mexicano debe establecer una política energética soberana, sostenible, baja en emisiones y eficiente para garantizar la accesibilidad, calidad y seguridad energética.
En este sentido, consideró que no se tiene que recurrir al endeudamiento de la empresa productiva del Estado, sin embargo, tampoco recomendó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) use el esquema de Pidiregas.
Además de establecer la utilización de energía con menos emisiones de dióxido de carbono (CO2) por cada megawatt (MW) generado e incrementar los kilómetros y capacidad de la red de transmisión y distribución ante el incremento de la demanda.
De hecho, expuso que se deberá incrementar la inversión de privados en función de la disponibilidad y eficiencia de cada planta instalada.
Si bien México trabaja para llegar hasta 35 por ciento para 2024 con fuentes limpias como eólica y solar no deberá depender de forzar a CFE a comprar, dependerá del mercado y la normatividad de consumo por cada usuario, destacó Ramsés Pech.
El especialista detalló que se tiene que aumentar la mezcla de componente entre convencional y limpia de 5.0 por ciento y llegar hasta 20 por ciento para cada suministrador calificado dentro del mercado.
“La tendencia mundial es la reducción o eliminación de materia prima como combustóleo/carbón y derivados pesados de hidrocarburos. La participación del gas natural aumenta del 34 en 2018 al 39 por ciento en 2050 y la participación de las energías renovables aumenta de 18 en 2018 a 31 por ciento en 2050”.
Consideró que la CFE debe realizar un plan de negocios en función de los tipos de activos, presupuesto anualizado posible a tener, ventas, costos de generación y flujo de efectivo para la modernización del sistema de generación con el objetivo de mantener un porcentaje de mercado ante el incremento de la demanda de electricidad.
Por lo que, precisó, el costo de la tarifa dependerá en más del 50 por ciento del tipo de tecnología a implementar, basado en la materia prima renovable o no renovable con el objetivo de tener un concepto de energía limpia que contribuya a la diminución de dióxido de carbono a la atmósfera.
“El mercado quiere tener la demanda cubierta a costos bajos de electricidad con base a una generación barata y que cumpla con la normativas, ley de transición energética y las tendencias de electrificación local e global que tendrá lugar a mediano plazo, a donde la empresa del estado no cuenta con la inversión para poder volver a ser como hace una década”
El crecimiento de generación en México tiene un promedio de 3.0 a 4.0 por ciento anual, teniendo una demanda máxima de 5.5 a 6.5 por ciento, es decir, hay un déficit de electricidad de entre 2.5 y 3.0 por ciento; mientras que el consumo de electricidad está aumentando del orden del 4.0 al 5.0 por ciento.