Durante su comparecencia ante diputados, la secretaria de Bienestar, María Luisa Albores González, afirmó que
se enfrenta un país con más de 50 millones de pobres y casi 10 millones de personas en pobreza extrema; una nación donde sólo 27.4 millones se considera no pobres, uno de cada cinco habitantes.
“Esto quiere decir que casi cien millones de personas en México se encuentran en una situación de pobreza o presentan carencias sociales o de ingreso”, dijo.
Al inicio de su comparecencia en la Cámara de Diputados, con motivo de la Glosa del Primer Informe de Gobierno, señaló que esta situación no se puede permitir más, por ello el gobierno ha puesto en marcha una nueva política cuyo propósito superior es el bienestar general de la población, la lucha contra la corrupción y la frivolidad, la construcción de la paz y la seguridad.
Subrayó que el bienestar implica que las personas tengan buena alimentación, salud, educación, vivienda, entorno familiar y comunitario seguros, servicios básicos de calidad, trabajos decentes, infraestructura, caminos, Internet, acceso financiero, lugares de recreación y apertura a la cultura en todas sus expresiones.
El gran reto que se tiene para lograr el bienestar es tarea de todo el gobierno y se tienen estrategias, proyectos y programas encaminados a lograr este objetivo.
Detalló que la nueva política de bienestar se relaciona con procurar la efectividad de los derechos sociales como condición fundamental para el desarrollo de las capacidades de las personas. “Y asumimos que es responsabilidad del Estado, como lo marca la Constitución, y no sólo del mercado, como hasta hace poco se pensaba”.
Aseguró que la política de bienestar plantea la asociación directa con las comunidades, a fin de identificar de manera conjunta sus necesidades más urgentes, así como el potencial productivo de cada una.
Enfatizó que el enfoque de inclusión productiva supone el rompimiento con la perspectiva “asistencialista de la política social que ha prevalecido a lo largo de las últimas tres décadas”. Para alcanzar el bienestar de la población se ha atendido primero, a los grupos más desfavorecidos, si bien no podemos dejar a nadie afuera, hemos decidido que, por el bien de todos, primero los pobres.
Detalló que se ha llegado a más de 20 millones de mexicanos con una inversión conjunta de alrededor de 300 mil millones de pesos. Los programas son: la Pensiones para el Bienestar de Adultos Mayores y de las Personas con Discapacidad; el Programa Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez; Jóvenes Construyendo el Futuro; Jóvenes Escribiendo el Futuro; Universidades para el Bienestar Benito Juárez García; Sembrando Vida; Programa Nacional de Reconstrucción; Programa de Mejoramiento Urbano y Vivienda; Producción para el Bienestar, Precios de Garantía y Crédito Ganadero a la Palabra, y Tandas para el Bienestar.
Aseguró que los apoyos son entregados de manera directa, sin intervención o mediación de personas u organizaciones. “Esto, además de reducir los costos de operación, reduce la posibilidad de corrupción. Queremos avanzar hacia la inclusión financiera, las finanzas solidarias y que toda persona tenga la posibilidad de recibir los apoyos a través de medios electrónicos y cuentas bancarias”.
Enfatizó que la política de bienestar es universal y sensible a las diferencias, por eso se da prioridad a los que por décadas han sido marginados y olvidados, ya sean pueblos indígenas, personas con discapacidad, mujeres o adultos mayores.
Se ha colocado en el centro de las estrategias el bienestar de los pueblos indígenas. “Queremos empezar a poner fin a la discriminación histórica de la que han sido víctimas mujeres y hombres de nuestros pueblos originarios”, indicó.
Sostuvo que las prácticas de simulación, corrupción y uso indebido de los recursos están estrictamente prohibidas, y “nos hemos comprometido a que en caso de encontrar este tipo de prácticas procederemos no sólo de manera administrativa, sino penal”.
Explicó que para la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, se destinó el mayor presupuesto en la historia de este país, 110 mil millones de pesos; y ahora quienes tengan más de 68 años aseguraron una pensión, y si es indígena, desde los 65 años, la cual asciende a dos mil 550 pesos bimestrales.
Esta pensión, dijo, ha sido otorgada a ocho millones 38 mil 228 personas, de las cuales 4 millones 500 mil 428 son mujeres; es decir, el 56 por ciento, y 3 millones 537 mil 800 son hombres, 44 por ciento. Lo que representa 93.5 por ciento de avance respecto de la meta establecida para el cierre 2019, que se estima en casi 8.59 millones de adultos mayores.
Mencionó que también se puso en marcha la Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, que aporta dos mil 550 pesos bimestrales, otorgada a 790 mil 479 personas con alguna discapacidad permanente, de las cuales 364 mil 148 son mujeres, 46.1 por ciento, y 426 mil 331 son hombres, 53.9 por ciento, respectivamente.
Por otra parte, con el Programa Sembrando Vida se apuesta por la regeneración de los ejidos, comunidades y territorios rurales para convertirlos en un sector estratégico en el desarrollo del campo. “Trabajamos juntos para incrementar la productividad de zonas rurales, bajo un enfoque de sustentabilidad y desarrollo regional a largo plazo, que contribuya a reducir la vulnerabilidad en la que viven los campesinos de estas regiones”.
Precisó que, al mes de septiembre, se tienen en el programa 229 mil 91 campesinas y campesinos, quienes reciben cinco mil pesos cada mes por trabajar sus parcelas; 70 mil 473 son mujeres (30.8 por ciento) y 158 mil 618 son hombres (69.2 por ciento). Lo que representa un avance del 99.6 por ciento de la meta programada para este año, 230 mil sembradores.