La diputada Silvia Guadalupe Garza Galván (PAN) señaló que el tratado comercial entre México, Canadá y
Estados Unidos (T-MEC) puede poner en riesgo la soberanía nacional por la premura y falta de consensos con la que se llevó a cabo la negociación.
“Es necesario que el gobierno federal explique detalladamente los compromisos que asume a nombre de todos los mexicanos, especialmente cuando se abre la posibilidad de que Washington pudiera tener en sus manos el destino económico de México por la vía de constantes revisiones, inspecciones o candados a la política económica y monetaria del país”, indicó en un comunicado.
Garza Galván advirtió sobre la pérdida de soberanía nacional si México acepta cancelar opciones de desarrollo futuro en aras de mantener una relación de cooperación tan estrecha con Estados Unidos.
“Es necesario cuestionarse si un acuerdo comercial con Estados Unidos nos obliga a cerrar opciones de comercio internacional o a tener socios distintos a Estados Unidos y Canadá, particularmente el vibrante mercado asiático”, externó.
Consideró que ante las condiciones bajo las que fue firmado este instrumento, es necesario saber si el T-MEC abre un nuevo capítulo de cooperación económica entre México, Estados Unidos y Canadá y salvaguarda los intereses del país; “es indispensable revisar el acuerdo que se ha firmado”.
Recordó que el T-MEC incorporó cambios significativos con relación al TLCAN, firmado en 1993: “Primeramente, tiene plazos perentorios, abriendo la posibilidad de negociaciones recurrentes a lo largo del tiempo; se introducen estrictas medidas en materia laboral y ambiental, que suponen también una supervisión constante en estas materias.
“México está ligado a Estados Unidos en muchos aspectos, no solamente en el económico. Para nuestro vecino del norte, nuestro país siempre le ha sido ventajosamente estratégico pues ha sido fuente de riqueza y oportunidades a bajo costo, por lo que México nunca ha representado una amenaza seria a los intereses o soberanía de Estados Unidos. Lo que también se podría decir de Canadá”, dijo.
La también secretaria de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad comentó que, en materia de desarrollo sostenible, preocupan los compromisos asumidos en relación con nuestra capacidad real de cumplimiento.
“No es solamente la capacidad real de que México pueda o no cumplir con los compromisos y obligaciones en materia ambiental, es la voluntad real del gobierno actual de emprender esas acciones, sobre todo teniendo en cuenta el nulo compromiso presupuestal en esta materia”, añadió.
Cuestionó la seriedad con la que participa México en el T-MEC, cuando apenas hace unas semanas se nombró al titular de la Agencia de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente (ASEA), sin que este cumpla con los requisitos legales para ejercer el cargo
“Seamos honestos, se aceptaron esos compromisos no por convicción sino por interés político de capitalizar como éxito un tratado comercial que todavía hay que analizar a profundidad”, sostuvo.
Garza Galván insistió que la urgencia por negociar un acuerdo que debió tener el consenso de todos los actores políticos, económicos y sociales puede tener repercusiones a largo plazo.
“No podemos darnos el lujo de negociar sobre las rodillas y al vapor temas que pueden cancelar o minar la posibilidad de competitividad del país, lo que está en juego es la soberanía económica y hasta política de México y, sobre todo, las aspiraciones de bienestar de millones de mexicanos”, finalizó.