CIUDAD DE MÉXICO, 23 marrazo 2020, - El gobierno de
México dijo el lunes que residentes de Mexicali, Baja California, al norte del país, en donde apenas participaron el 4.5% del padrón electoral y de ellos un 76% (es decir, el 3.51% del padrón) votaron por rechazar que se termine de construir una planta cervecera de más de 1,400 millones de dólares de Constellation Brands Inc, una decisión que ha deteriorado gravemente la confianza de los inversionistas y podría sacudir seriamente la creación de empleos a corto y largo plazo en México.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador apoyó la votación del fin de semana en Mexicali, pese a que en la consulta tan solo participó el 4.5% del padrón electoral y de ellos únicamente votaron en contra del proyecto el 3.51% de los votantes, es decir 8,547 personas frenaron una inversión de más de mil cuatrocientos millones de dólares. en el fronterizo Baja California, como lo ha hecho en otros proyectos de alto perfil incluyendo un aeropuerto parcialmente construido.
“Hay que respetar la decisión de la gente. Yo creo que ellos van a entender”, dijo el presidente en su conferencia de prensa matutina. “Tenemos que escuchar a la gente y gobernar con el mandato popular”, añadió. sin embargo, con ello se prevé que el gobierno mexicano tendrá que pagar una indemnización de más de 20 mil millones de pesos por cancelar los permisos para concluir la construcción de la planta.
Las acciones de Constellation cayeron un 12% el lunes para cerrar justo por encima de 105 dólares, por debajo del máximo anterior de 208 dólares del 20 de febrero. López Obrador dijo que su apoyo al resultado del referendo local no significa que su gobierno se oponga a la inversión privada extranjera, añadiendo que planeaba discutir con Constellation un sitio alternativo para la cervecería.
La empresa no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios por parte de Reuters. A principios de este mes, la empresa estadounidense dijo que consideraría otros lugares si México se convertía en un problema.
El resultado de la consulta llegó cuando el peso mexicano alcanzó un nuevo mínimo frente al dólar estadounidense, cotizando a 25 pesos por dólar por primera vez en la historia.
“La mayor percepción de riesgo sobre la economía mexicana se dio después de que se publicaron los resultados de la consulta pública”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
Autoridades dijeron que en la votación, celebrada el fin de semana en el norteño estado donde se construye la fábrica, participaron 36,781 ciudadanos de un padrón de 796,447 personas. El 76,1% (27,973) votaron en contra y el 23,2% (8,547) a favor del proyecto.
Varios importantes grupos empresariales mexicanos se pronunciaron en contra del referendo, diciendo que generaría incertidumbre y perjudicaría la inversión en un momento en que la economía de México es débil y se verá aún más perjudicada por el coronavirus.
“La señal que esta administración envía con la realización de esta consulta es muy grave. A los posibles inversores muestra un marco normativo débil, manipulado por intereses políticos y populistas que brindan poca confiabilidad en el gobierno”, dijo la agrupación empresarial Coparmex, que ha sido muy crítica sobre la política económica de López Obrador.
Críticos de López Obrador han considerado que referendos anteriores han reflejado la voluntad de sólo una pequeña fracción de los votantes, carecían de legitimidad debido a los partidos políticos que los respaldaban y socavaban las decisiones de inversión privada.
Activistas locales en Mexicali, justo al otro lado de los límites con Estados Unidos, argumentaron que el proyecto ponía en riesgo el suministro de agua. Constellation, que exporta la cerveza Corona y el resto de marcas del Grupo Modelo a Estados Unidos, ha dicho que su planta no “afectará, en ningún momento, la disponibilidad y el abastecimiento de agua en la región”. La firma tiene otras instalaciones también en el norte del país.
La cervecera ha dicho que la planta afectaría menos del 1% de los suministros de agua locales y que tenía todos los permisos necesarios.
Un funcionario del gobierno mexicano dijo que, en virtud del capítulo 14 del recién ratificado acuerdo comercial entre Canadá, Estados Unidos y México, la cancelación del proyecto podría considerarse una expropiación indirecta si el gobierno estadounidense quería seguir adelante con el asunto.
“Seguramente el gobierno de Estados Unidos está hablando directamente con la cancillería mexicana sobre esto”, dijo la persona, hablando bajo condición de anonimato ya que no estaba autorizado a hablar sobre el asunto.