Ciudad de México, a 26 de mayo de 2020, - El diputado Mario Delgado Carrillo, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena, afirmó que la crisis sanitaria generada
por el COVID-19 obliga a que la economía se vuelva más resiliente, a fortalecer el mercado interno, respaldar a las pequeñas y medianas empresas, y a la economía social, porque “la fragilidad de las estructuras económicas basadas en unos cuantos ganadores es brutal y ahora se exige un Estado que participe más”.
Lo anterior, en la reunión virtual “Encuentros estratégicos, co-crear un nuevo modelo económico social”, organizada por diputados, el Instituto Nacional de la Economía Social (Inaes) y la Secretaría de Bienestar, que tiene el objetivo de vincular a los legisladores con organismos internacionales y expertos de diversas regiones del mundo, para generar un espacio de reflexión y políticas públicas hacia la transformación de los modelos económicos y sociales.
Mario Delgado puntualizó que México tiene potencial para desarrollar a las empresas sociales y fortalecer el mercado interno. La crisis sanitaria ha puesto en jaque al modelo económico en todo el mundo, y en nuestro país voltear a la economía social “sin duda nos puede dar respuestas de cómo va a ser el mundo después de esta crisis, cómo van a resultar los sistemas sanitarios, en general, la economía, la convivencia, las relaciones laborales y los métodos de producción”.
Recordó que su grupo parlamentario inició en la Cámara de Diputados la campaña “Consume local”, cuyo objeto es apoyar a las pequeñas y medianas empresas a generar comunidad, porque las sociedades que van a salir más fortalecidas son “aquellas que sean capaces de generar más comunidad en torno a una empresa, economía y capital social; me parece que es un buen camino para México”.
Consideró que hay detalles importantes como modificar la Ley de Economía Social y Solidaria, y la de Sociedades Cooperativas y Sociedades Mutualistas “para formar mejor ecosistema”.
La diputada Mará de los Ángeles Huerta del Río (Morena) afirmó que “es importante escuchar al sector de las cooperativas para tejer este complejo entramado y que las modificaciones legislativas realmente cumplan con las expectativas y formar el marco jurídico que necesitamos para fortalecer y aumentar la participación de las empresas sociales”.
De la misma fracción parlamentaria, la diputada Vanessa del Castillo Ibarra consideró que debería de haber una base mínima para las personas que están en situación económica complicada y preguntó sobre la posibilidad de tener un piso estable con el fin de promover una economía solidaria, pensando en momentos de crisis en donde no es tan fácil mover algunos productos.
También de Morena, la diputada María Guadalupe Díaz Avilez señaló la importancia de implantar un sistema económico por medio de la banca social porque en México “no hay una banca de desarrollo como tal, aunque está el Banco del Bienestar, pero va iniciando”, por eso es necesario optimizar e impulsar empresas cooperativas en distintos sectores.
A su vez, la diputada María Bertha Espinoza Segura (Morena) destacó la necesidad de incluir el cooperativismo en los planes de estudio del nivel universitario, con nuevas carreras o programas de postgrado.
El diputado Benjamín Robles Montoya (PT) expresó que después de la pandemia el panorama será distinto y la economía social y solidaria tendrá un nicho de oportunidad con el objetivo de combatir la desigualdad; podría convertirse en un modelo a seguir para la integración de Latinoamérica e Iberoamérica.
Durante la primera sesión de esta serie de encuentros, denominada “Cambios estratégicos de los modelos económico y social frente al COVID-19”, Juan Antonio Pedreño, presidente de Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) y de Social Economy Europe (SEE), Caso España y la Unión Europea, refirió que ante la pandemia es necesario apostar por otro modelo de empresas sociales e impulsar leyes que faciliten su puesta en marcha.
Señaló que se debe crear un “ecosistema de economía social” que reduzca desigualdades, mantenga y origine empleos estables, igualitarios e inclusivos; que aporte soluciones a la precarización laboral y ubique a las personas en el centro de su actividad y donde todos puedan emprender compartiendo riesgos, a fin de transitar de la economía informal a la formal.
La idea, agregó, es visibilizar un modelo en el que gobiernos, instituciones internacionales, autoridades locales y organizaciones compartan convicciones frente a los desafíos de la humanidad; que promueva alianzas para que la experiencia ciudadana movilice al poder económico y financiero al servicio de la sociedad, a la vez que genere bienestar y solidaridad.