México, 6 de julio 2022 :-: La calificadora Standards And Poor's (S&P) ratificó las calificaciones en moneda extranjera de largo plazo de "BBB" y en
moneda local de ‘BBB+’ de México y revisó la perspectiva de las calificaciones soberanas del país a estable de negativa.
"A pesar de las presiones sobre la inflación y el crecimiento, en medio de shocks de precios internacionales y el creciente riesgo de recesión en Estados Unidos, esperamos que continúe la ejecución cautelosa de las políticas fiscales y monetarias de México durante lo que resta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y que el índice de deuda neta del gobierno general del país se mantenga estable", explicó.
En ese sentido, resaltó que dada la etapa en que se encuentra el ciclo político y la polarización en el Congreso, no espera que se aprueben iniciativas constitucionales que presionen el entorno de negocios.
"La perspectiva estable incorpora los complejos desafíos fiscales en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cautelosa ejecución fiscal del soberano, la menor incertidumbre sobre la política energética y los avances en la inversión del sector privado relacionada con el comercio", dijo.
De acuerdo con Standard and Poor's, retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica o en el diálogo entre los socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre el fortalecimiento de la resiliencia de la cadena de suministro y los vínculos transfronterizos, podrían debilitar la inversión y la confianza de los inversionistas, lo cual llevaría a una baja de las calificaciones en los siguientes dos años. "Niveles más altos de deuda del gobierno general y de déficits aumentarían los riesgos fiscales asociados con cualquier apoyo extraordinario necesario para las empresas estatales, Pemex y CFE, y también podrían derivar en una baja de las calificaciones soberanas", dijo la firma.
En contraste, una gestión política y económica eficaz que impulse la trayectoria de débil crecimiento de México, por ejemplo, con un panorama de inversión más dinámica, podría traducirse en un alza de la calificación.
"De manera similar, las iniciativas que impulsen la flexibilidad presupuestal, los espacios fiscales, y que amplíen la base tributaria no petrolera para mitigar los potenciales pasivos contingentes provenientes de las empresas propiedad del gobierno en el sector de energía, podrían mejorar la calidad crediticia", resaltó.