La fabricación de piezas para los vehículos lleva tiempo en el punto de mira por la crisis de suministros que afectaron el sector hace poco
y que estuvo derivado como consecuencia de los microchips que no llegan desde los países asiáticos que los fabricaban.
Esto, que copó cientos de millas de titulares durante un tiempo y lastró, sobre todo, a los concesionarios de coches utilitarios, debido como aviso a las fábricas, que han buscado una forma de gestión distinta y, sobre todo, de apertura de líneas de fabricación que permitiera dejar de depender en exclusiva de países en los que, dependiendo de los acuerdos y momentos, podrían cortar el suministro de componentes perjudicando las cadenas de suministro.
En el caso de México, el país centroamericano lleva mucho tiempo a la cabeza de la fabricación de piezas de aluminio tanto para el sector del coche como de los camiones y, sin duda, está permitiendo que se ponga a la cabeza en el continente como referencia de fábricas capaces de dar respuesta a la demanda creciente, sobre todo en Estados Unidos, de los vehículos pesados.
Pero, ¿cuáles son las nuevas demandas del sector?
Más allá de llegar a tiempo a la entrega de cada unidad, que también, México y, en general, América Latina con su capacidad minera está siendo clave para la revolución de un sector que, hasta no hace tanto, prescindía de la tecnología.
La clave de esta transición ha sido, precisamente, la información . Todos los datos que son capaces de extraerse de trayectos y de rutas están marcando la diferencia en las compañías, que con ellos y su interpretación están apostando no solo por una mejora en las condiciones en las que las mercancías transitan por las carreteras sino que están optimizando al maximo la seguridad y trabajo de sus conductores.
“ Los datos han puesto de nuevo al conductor en el foco del servicio. Su seguridad, asistencia y ayuda es clave y primordial. Con las dash cams, el seguimiento en tiempo real vía gps y con las ayudas inteligentes que ahora disponen los vehículos pueden garantizar el tiempo de conducción, la seguridad en la carretera y la asistencia en caso de necesitarla en tiempo real. Ya no están solos en cabina ” comentan desde el sector de los vehículos pesados.
El silicio, clave en la fabricación de microchips, puede extraerse de las minas de Veracruz o Nuevo León para dar respuesta a la demanda de las fábricas del país, con lo que bastaría apostar por ello para poder convertirse en referente en la fabricación de vehículos pesados, apostando también por el salto hacia la fabricación de este tipo de vehículos en su versión eléctrica.
Ahora es el momento de las autoridades de apostar, al igual que solicitan al ciudadano, por puestos de carga en las carreteras que garanticen que el salto a las energías renovables de estos gigantes del asfalto es viable. La creación de las llamadas smart roads debe ser inminente si se quiere dar la transición vehicular hacia energías más limpias y renovables.
Y, en ese sentido, México puede ser la respuesta de América a la hora de crear una infraestructura de manufactura capaz de responder a la creciente demanda del transporte terrestre .