México, 23 de octubre 2023—Yo podré ser un adulto independiente, que vive una zona urbana en Ciudad
de México y cuida de sus plantas, pero con los precios actuales, uno ya no puede darse ciertos lujos. Mis botanas favoritas para mi domingo lluvioso de Netflix, mi elote para dar la vuelta en la colonia y otros gustos, ya no los puedo pagar porque me quedo en ceros al final del mes.
Y sin duda es una situación que no solamente me ocurre a mí, familiares, amigos, conocidos y compañeros de trabajo también padecen del mismo problema. Y lo que pasa es que lo que cuesta hoy un litro de leche, una bolsa promedio de frituras, un refresco de 600 ml y hasta las plataformas de streeming han subido de precio impresionantemente.
::: Ajustando nuestra quincena :::
Yo estoy completamente segura de que antes de la pandemia, el litro de leche iba de los 16 hasta los 19 pesos, pero ahora va de los 18 hasta los 24 pesos. Entonces tengo que aprovechar mi quincena alta para comprar el paquete de promoción, que me dure todo el mes y por supuesto, de la marca que es medianamente económica.
Antes pagaba hasta tres plataformas de streaming, Netflix, Prime Video y HBO, pero ahora solo una para mantener el Spotify, y ni modo, tengo que soportar los comerciales infinitos de YouTube. Y prefiero hacer mis palomitas caseras que pagar el paquete normal de microondas en más de 20 pesos.
Pero, por supuesto, que no soy la única persona cambiando sus hábitos de consumo, en una breve encuesta que he hecho de 50 personas de entre 20 a 40 años, más del 85% confirma que sí ha tenido que hacer cambios en su forma de comprar, desde cambios mínimos hasta un cambio completo.
Refrescos, pastel, Nutella, limones y electrodomésticos son algunas de las cosas que consideran que ya no compran con tanta frecuencia por su precio, o que compran en menor cantidad.