El comercio electrónico en México ha vivido una expansión espectacular en los últimos años.
Este crecimiento se ha intensificado a medida que los consumidores y las empresas se han adaptado a un entorno digital más sólido y confiable.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el comercio electrónico en México ha experimentado un aumento significativo desde el inicio de la pandemia en 2020. La cuarentena y las restricciones de movilidad aceleraron la adopción de compras en línea, y este cambio en el comportamiento del consumidor no ha retrocedido. Según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), las ventas de comercio electrónico en México sumaron MXN 528 mil millones (US$30,9 mil millones) durante 2022, lo que representó un aumento del 23 % en comparación con 2021.
Las principales tendencias incluyen:
o Aumento de la oferta y la competencia
o Mayor adopción de métodos de pago en línea
o Impulso de las entregas a domicilio
o Digitalización de pequeñas empresas
o Incorporación de modelos funcionales en otros países del mundo.
Aun así, existen sectores como los mercados informales que no han logrado penetrar en el mundo digital, y han tenido un rezago en la adopción de estas tendencias. La falta de digitalización y como resultado la falta de profesionalización en estos mercados tiene un impacto significativo tanto para las personas involucradas como para la economía en general.
Algunos de los sectores que se han visto afectados y que hoy en día es un negocio que puede tener un crecimiento potencial importante es la venta de productos de segunda mano como ropa, muebles, relojes, etc. Hemos observado un crecimiento importante de oferta en este negocio gracias a la venta en redes sociales y sitios web, pero la falta de una herramienta profesional que permita tener las bases para una transacción segura y confiable han creado una desconfianza en el consumidor. El no tener esta herramienta ha limitado a estas personas o empresas ya que acota la visibilidad y el alcance de su producto, genera una falta de eficiencia en la entrega o transacción, limita el acceso a recursos financieros para tener un crecimiento y la falta de seguridad y transparencia en la compra/venta hace que sea muy difícil competir en un mundo de negocios digitalizados y genera mucha incertidumbre al consumidor.
En la compra y venta de muebles usados ya existe una alternativa que cuida las necesidades básicas de los consumidores. Las empresas como Mersabi que han invertido en plataformas en línea, marketing digital y servicios al cliente están cosechando los frutos de un mercado en constante expansión.
Mersabi basó su modelo de negocio en resolver las dificultades que enfrentan los compradores y vendedores de productos de segunda mano en México. Su oferta involucra un sitio web profesional y confiable que tiene como prioridad la flexibilidad y confiabilidad de pagos, control de calidad en inventario y servicio de envíos/recolección.
Mersabi no solo busca impactar en un mercado que busca adquirir productos de calidad a precios accesibles, sino ofrecer una alternativa en la compra de muebles para cualquier perfil de consumidor. Comprando muebles a gente que se tiene que mudar y quiere ganar algo extra con facilidad o una persona que busca muebles buenos, renovados a un menor precio. Buscando siempre la sustentabilidad porque dar una nueva vida cuida a nuestro planeta y las segundas oportunidades le dan alegría a nuestro nuevo espacio.
Con la tecnología y la infraestructura adecuadas, empresas como Mersabi en México se encuentran bien posicionadas para seguir aprovechando el potencial del comercio electrónico en los años venideros.