MÉXICO, 19 DE FEBRERO 2024--La transición de El Niño a ENOS-neutral tiene una probabilidad del 79%
de ocurrir entre abril y junio de 2024, lo que podría ser seguido por el desarrollo del fenómeno La Niña, con un 55% de posibilidad de surgimiento para el periodo de junio a agosto del mismo año, según reveló el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Este cambio climático podría influir significativamente en las condiciones meteorológicas de México, especialmente en patrones de lluvia y sequía en diversas regiones.
Las principales repercusiones de estos fenómenos podrían tener efectos negativos para la agricultura. Con las temperaturas altas y las pocas lluvias en ciertas regiones del país, los cultivos tendrán distintos problemas para producir alimentos como el maíz. México y Estados Unidos son las dos naciones que se verían más afectas. Brasil y Argentina tendrán que enfrentarse a un calor más intenso que el registrado en 2023.
::: “La niña” dejará menos lluvias en el centro y norte del país
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) define La Niña como un fenómeno caracterizado por el enfriamiento anormal de las aguas en el Océano Pacífico Tropical cerca del ecuador. Este evento climático tiene importantes repercusiones en el clima global, incluyendo variaciones en las precipitaciones y temperaturas en diferentes partes del mundo. En México, La Niña típicamente resulta en lluvias inferiores al promedio en el norte y centro del país, mientras que incrementa las precipitaciones en la vertiente del Pacífico, el sur del Golfo de México y la Península de Yucatán. Estas alteraciones pueden exacerbar las condiciones de sequía en zonas ya afectadas.
El Instituto Mexicano de Tecnología del Agua señala que la sequía es una consecuencia de cambios en la dinámica atmosférica relacionada con la humedad. Específicamente, el fenómeno de La Niña podría afectar a México entre julio y septiembre de 2024, afectando no solo la disponibilidad de agua sino también el calendario agrícola, incluyendo aceleración de cosechas. De acuerdo con Chris Hyde, meteorólogo de Maxar, una llegada temprana de La Niña sería perjudicial para la humedad necesaria en el suelo antes de la siembra, aunque una aparición más tarde podría ser beneficiosa para el crecimiento de cultivos.
Dichas dinámicas climáticas representan un desafío para la gestión del agua y la agricultura en México, subrayando la importancia de la preparación y adaptación a estos eventos recurrentes pero variables. La previsión y monitorización de fenómenos como El Niño y La Niña por entidades como el SMN y el Centro de Predicciones Climáticas de Estados Unidos juegan un papel crucial en la mitigación de sus efectos adversos sobre el medio ambiente y la sociedad.