México, 05 de julio de 2024 ::: La suspensión temporal de las inspecciones del Departamento de Agricultura de EE. UU.
en México por motivos de seguridad muestra la dependencia estadounidense para abastecerse de la popular fruta.
Los estadounidenses tienen un apetito cada vez mayor por los aguacates, y un solo estado de México provee casi toda la fruta que se consume en Estados Unidos.
Esta dependencia se pone de manifiesto cuando se interrumpen las importaciones. El Departamento de Agricultura de EE. UU. suspendió recientemente las inspecciones de aguacates y mangos que iban a ser importados desde México, alegando problemas de seguridad para los trabajadores de la agencia delegados en Michoacán, un estado del occidente mexicano donde los grupos criminales han tratado de infiltrarse en la próspera industria del aguacate.
El embajador de EE. UU. en México dijo a finales de junio que las inspecciones se reanudarían "gradualmente", y visitó Michoacán la semana pasada para reunirse con las autoridades estatales y federales.
Esto es lo que hay que saber sobre el comercio de aguacate entre Estados Unidos y México.
::: ¿De dónde obtiene EE. UU. sus aguacates?
El estadounidense promedio consume más de 3,5 kilos de aguacate al año, aproximadamente el triple que a principios de la década de 2000, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
La mayor parte de este aumento de la demanda se ha cubierto con importaciones. Estados Unidos importó un récord de 1,4 millones de toneladas de aguacates en 2023, lo que representa alrededor del 90 por ciento de la oferta de la fruta, frente al 40 por ciento de hace dos décadas. Una gran mayoría de las importaciones de aguacate de EE. UU. provienen de México, que se ha convertido en el principal productor mundial, en gran parte en respuesta al tirón de la creciente demanda de los consumidores estadounidenses. La mayor parte de la producción de aguacate de México se centra en Michoacán.
California produce alrededor del 90 por ciento de los aguacates cultivados en Estados Unidos. Pero los patrones meteorológicos irregulares relacionados con el cambio climático, que incluyen sequías e incendios forestales, han puesto a prueba las granjas del estado en los últimos años, impulsando aún más la dependencia de las importaciones.