Tendrán Mercados turbulencia el resto del año

México, 7 de agosto de 2024 ::: La caída global de los mercados bursátiles, denominado por muchos

analistas financieros como “Lunes Negro”, afectó fuertemente a un peso mexicano que podría devaluarse todavía más frente al dólar en los próximos meses.

 La moneda ya sufre las tensiones ante una posible recesión económica de Estados Unidos y por iniciativas del Gobierno federal que no son del agrado de los mercados, como la discusión de la reforma al Poder Judicial para elegir a los jueces mediante el voto popular. 

Ayer, el mayor derrumbe desde 1987 del Nikkei, principal índice de la Bolsa de Tokio, la tercera más grande del mundo debajo de Wall Street y Nasdaq, ocasionó que el tipo cambiario se devaluara hasta los $20.21 por dólar. Es la primera vez desde octubre de 2022 que la paridad supera las 20 unidades. 

Según especialistas en economía, las previsiones no son favorables para la divisa mexicana, pues hay varios factores que podrían hacer que la depreciación se mantenga, por lo menos, hasta noviembre. 

Sergio Negrete Cárdenas, profesor del ITAM, recordó que la volatilidad del peso comenzó en junio tras la elección que dio el gane a Claudia Sheinbaum como próxima presidenta de México, pues esto devolvió la incertidumbre en puntos como la aprobación del “Plan C” de Andrés Manuel López Obrador, en vías de concretarse ante las mayorías que logró Morena y aliados en el Congreso. 

Uno de los puntos del “Plan C”, la reforma al Poder Judicial, ha generado en los inversionistas más preguntas que respuestas. “Hay claroscuros de una información incompleta que no le genera ninguna tranquilidad al sector privado en materia de Estado de derecho”.

Alejandro Sierra Peón, presidente del Colegio de Economistas de la República Mexicana, estima que en noviembre se definirán las reglas del juego para los inversionistas que permitan darle estabilidad al peso. Sin embargo, en esas fechas se celebrará otro evento que podría golpear más a nuestra divisa: la elección presidencial de Estados Unidos, que impactará los acuerdos económicos, migratorios y laborales entre México y el país vecino. 

La caída de las bolsas mundiales, que incluyen la depreciación del peso, podría traer afectaciones al precio de la gasolina, que a su vez pegará directamente al costo de los productos de la canasta básica, además de golpear a industrias que importan diversos productos desde Asia, como el acero, la madera y suministros tecnológicos, consideró Héctor Iván del Toro Ríos, investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara. 

“Muy probablemente veremos una contracción de las importaciones, lo cual va a tener un impacto directo sobre el consumo de las personas porque los bienes extranjeros se vuelven más caros”, dijo por su parte Antonio Ruiz Porras, economista de la UdeG. 

Algunos proyectos en puerta, como la conclusión de la Línea 4 y el arranque de la Línea 5 del Tren Ligero, podrían verse afectados por los sobreprecios en los materiales de construcción de estas obras públicas.  

Un posible sector beneficiado por la depreciación del peso serán las familias que reciben remesas, pues estarán recibiendo un monto mayor al cambiarlas por la moneda nacional, así como los exportadores que venden mercancías y canjean sus ganancias en la divisa mexicana. 

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