La deuda de las entidades federativas es un problema de todo el país por su incidencia negativa en la inversión y el crecimiento económico, pero además es un limitante del bienestar de la población, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo”, considera que buscar la manera de regular el endeudamiento de los estados debe ser una prioridad que no puede estar aislada del objetivo de una reforma hacendaria integral.
“Es fundamental un ejercicio transparente del gasto con base en rendición de cuentas, lo que reduciría considerablemente el dispendio de los recursos y la aprobación de proyectos que nada tiene que ver con el desarrollo integral de las entidades federativas”, señala.
Sostuvo que ni el aumento en el gasto público ni la política fiscal existente se han consolidado como una política hacendaria que realmente estimule el crecimiento económico, la generación de empleo y el bienestar social.
Para el organismo de investigación del sector privado, lo preocupante es que desde hace algunos años esta dinámica se replica en las entidades federativas, pues los gastos han crecido significativamente, pero no así los ingresos.
Ello hace mucho más compleja su situación en cuanto a la debilidad de las fuentes de recursos, pues de la suma de los ingresos de las 32 entidades del país, cerca de 80 por ciento tiene su origen en las aportaciones y participaciones federales.
Refiere que aunque los estados han recibido por parte de la federación cada vez más recursos, la gran mayoría de ellos ha recurrido al endeudamiento para financiar sus egresos crecientes, y el monto de este creció 111.3 por ciento en términos reales en los últimos seis años.