De aprobar los diputados la aplicación del IVA a alimentos y medicinas, será la “puntilla” para que decenas de mini tiendas establecidas en todo el país, cierren sus puertas al consumidor. Esto aparte de asestar severo golpe a la población de escasos recursos económicos que ha visto aumentar precios en artículos comestibles de la Canasta Básica en un 582%, de 1994 al 2012.
Así lo manifestó Alfredo Neme Martínez, líder de la Federación Latinoamericana de Mercados Mayoristas, quién criticó al titular de la Secretaria de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, “por desconocer que la cadena tradicional de alimentos existe desde antes de que se posicionaran en México las grandes cadenas comerciales”.
Comentó que a más tardar en 15 años habrá desaparecido el comercio tradicional pues a este golpe hay que sumarle la competencia desleal de las grandes cadenas comerciales que han proliferado en los últimos 20 años.
Mencionó que los monopolios en la producción y comercialización de alimentos provoca que los comerciantes tradicionales, quienes al estar en desventaja con sus competidores, prefieran cerrar o evitar invertir en el sector.
El dirigente de comerciantes de México y América Latina explicó que de acuerdo a estudios de la misma Universidad Obrera de México, entre diciembre de 1994 y noviembre de 2012, la Canasta Básica Nutricional aumentó 582.4 por ciento al pasar de 56.3 pesos por día a 384.4 pesos, mientras que el salario mínimo sólo aumentó 308.19 por ciento en términos nominales para dicho lapso.
Neme Martínez, reiteró que en el comercio tradicional se cierra, cada semana, 360 negocios y en los últimos siete años se han perdido 121 mil.
En tanto, Walmart, empresa de capital extranjero reporta ventas por arriba de los 35,507 millones de pesos, es decir que de cada peso que se gasta en supertiendas, Walmart recibe 60 centavos.
Soriana, Comercial Mexicana y Chedraui reciben 40 centavos de cada peso gastado en supertiendas, mientras que el comercio tradicional sigue perdiendo por lo que sería un grave error gravar los alimentos y cerrarle la puerta al comercio tradicional.
El panorama se agudiza con las tiendas de conveniencia como la cadena OXXO con casi 10 mil puntos de venta, pues se acelera el cierre de tiendas de barrio y recauderías.
Acabó considerando que alimentar a las clases populares en grado mínimo requiere, además de alimento disponible, criterio de consumo y políticas que no dañen la economía familiar por lo que reiteró que aplicar IVA a alimentos repercutirá en las ventas del sector comercio y afectaría el bolsillo del consumidor.