Con el fin de otorgar más crédito al consumo el Gobierno federal facilitará a los bancos la ejecución de garantías en caso de incumplimientos y dando más poder a reguladores para sancionar a instituciones que no presten lo suficiente, de acuerdo con un borrador de una nueva reforma financiera.
El proyecto, que será presentado la próxima semana, busca asegurar mayor crecimiento sostenido de la segunda economía de América Latina y forma parte del llamado Pacto por México, que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) firmó con la oposición con el fin de impulsar reformas pendientes del presidente Enrique Peña Nieto.
La reforma financiera, que requiere el aval de la Cámara de Diputados y de la de Senadores, se enfoca en la conservadora banca comercial mexicana, que tiene elevados niveles de capital pero presta poco en comparación con sus pares regionales.
"Otorgar más créditos, bajo condiciones más favorables en términos de tasas de interés, duración y montos, es un elemento crucial para asignar recursos financieros de manera eficiente para impulsar el crecimiento económico nacional", dice el documento.
La amplia reforma de más de 800 páginas que modifica cerca de 40 leyes, se extiende a través del sistema financiero mexicano, tocando desde grandes bancos como Bancomer, con unos 101 mil millones de dólares en activos, hasta las pequeñas uniones de crédito, en temas que van desde lavado de dinero hasta normas de capital de Basilea.
La iniciativa plantea entre otras, modificaciones para fortalecer los procesos mercantiles a fin de dar mayor certeza a los bancos y facilitar tanto el cobro de créditos como la ejecución de garantías en casos de impago, lo que agilizaría procesos de quiebra que tardan largo tiempo en las cortes mexicanas.
La reforma también obligaría a una evaluación periódica del crédito bancario y daría al regulador del sector nuevos poderes para imponer sanciones a bancos que no ofrezcan suficiente crédito, entre las que se incluyen límites a sus operaciones con valores que realicen por cuenta propia.
FINANCIAMIENTO CON TASAS DE INTERÉS ELEVADAS
Desde que asumió en diciembre, Peña Nieto ha visto aprobadas reformas en el ámbito laboral y educativo, mientras que una iniciativa para aumentar la competencia en el sector de las telecomunicaciones y medios sería aprobada por el Congreso este mes.
La banca de México ha sido más cautelosa tras la crisis financiera de 1994-1995, y los interesados en contratar un préstamo se quejan de las elevadas tasas de interés, las cuales rondan el 29 por ciento anual para tarjetas de crédito, según datos del banco central.
Las pequeñas y medianas empresas que generan tres cuartas partes de los empleos en el país, reciben solo el 15 por ciento de los créditos otorgados, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda
Los estrictos requisitos para contratar un préstamo obligan a las empresas pequeñas a recurrir a las tarjetas de crédito, dijo Jorge Escalante, presidente de la asociación de empleadores Coparmex en la fronteriza ciudad norteña de Tijuana, que ayuda a pequeños negocios a encontrar financiamiento.
"Lo que pasa es que terminan recurriendo a tarjetas de crédito. Y lo que pasa con las tarjetas de crédito en México es que las tasas de interés son muy altas. Tanto para el pequeño empresario como para el consumidor final, los intereses se los comen van incrementando e incrementando su saldo", explicó.
La Secretaría de Hacienda espera que las medidas, junto con el fortalecimiento de la banca de desarrollo, reduzcan el riesgo y lleven a los bancos a incrementar el financiamiento.
La reforma plantea una banca de desarrollo con mayor autonomía, facilitando el otorgamiento de crédito por parte de sus instituciones y flexibilizando sus inversiones, luego de haber estado enfocada mayormente en construir capital y financiar a usuarios de bajo riesgo.
El sector bancario mexicano está encabezado por unidades de grandes bancos internacionales, empezando por BBVA Bancomer, unidad del español BBVA, y seguido por Banamex, del estadounidense Citigroup.
Otros de los que completan los primeros lugares son el local Banorte y las unidades del español Santander y del británico HSBC.