El peso mexicano cedió terreno ayer después de que el jefe del banco central comentó que podría considerar un nuevo recorte a la tasa clave si la inflación cede, en tanto que la bolsa finalizó prácticamente estable mientras los inversores asimilaban los últimos reportes corporativos.
El jefe del banco central, Agustín Carstens, dijo en una entrevista radial que esperaba que un repunte de la inflación que llevó a la tasa anual al 4.72 por ciento hasta la primera mitad de abril sea temporal, para luego ir descendiendo y ubicarse debajo del 4 por ciento en el segundo semestre del 2013.
Carstens dijo que si esto ocurre quizá el banco central podría considerar un nuevo recorte en la tasa de interés clave, que se ubica en un mínimo histórico de un 4 por ciento desde marzo, luego de mantenerse casi cuatro años en el 4.50 por ciento.
Pese a la baja, el peso mexicano acumula una ganancia de alrededor del 5 por ciento en lo que va del año, debido a expectativas de la aprobación de reformas clave que podrían acelerar el ritmo de crecimiento de la segunda mayor economía de América Latina y por los mayores estímulos monetarios de países desarrollados.
"En la medida en que los flujos sigan entrando y el peso se continúe apreciando, si la inflación cae debajo de 4 por ciento, es probable que vuelvan a adoptar una postura hacia relajar la política monetaria", dijo Iker Cabiedes, analista económico de JP Morgan en Ciudad de México, quien estima una probabilidad del 30 por ciento de un recorte en la tasa en el tercer trimestre.
Previamente durante la sesión los inversores mostraron cautela ante la divulgación de datos económicos en Estados Unidos y cuadraron sus posiciones previo a un feriado local a mitad de esta semana por el Día del Trabajo.