La economía mexicana se desaceleró en el primer trimestre del año a una tasa de crecimiento de alrededor de 1.3 por ciento, desde el 3.2 por ciento en el cuarto trimestre de 2012, anticiparon grupos financieros.
En sendos análisis, explicaron que este menor ritmo de crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) obedeció a la contracción de 1.5 por ciento en la producción industrial en el primer trimestre, así como al efecto negativo de la Semana Santa, que este año cayó en marzo, con lo que en ese periodo se presentó un día hábil menos respecto a 2012.
Sobre el dato del PIB al primer trimestre, a conocerse el próximo viernes, Banamex pronostico un crecimiento de 0.9 por ciento respecto a igual periodo de 2012, y un avance de 0.6 por ciento trimestral con datos desestacionalizados.
Expuso que a tasa anual se observó una contracción en la producción industrial, mientras que estima una moderación en el ritmo de expansión del sector de servicios y un crecimiento aún elevado para el primario.
BBVA Bancomer proyecta un crecimiento anual de 2.2 por ciento y de 0.3 por ciento trimestral, con datos ajustados por estacionalidad, por un aumento del sector servicios del orden de 2.8 por ciento, en contraste con la caída de la industria de 1.5 por ciento.
Pese al crecimiento significativamente por debajo de la expectativa de inicio de año, anticipa que la trayectoria esperada de la demanda interna, la estabilidad en la creación de empleo y la paulatina ganancia en ingreso real, implicarán mejora en la actividad en los siguientes trimestres.
Por lo anterior, la institución financiera espera un avance del PIB de 3.1 por ciento al cierre de 2013.
Santander calcula un crecimiento de 1.2 por ciento para la economía mexicana en el primer trimestre del año respecto a igual periodo de 2012, debido a la caída de 1.5 por ciento anual de la producción industrial.
Banorte Ixe espera un crecimiento de 1.1 por ciento anual en el primer trimestre del año, y acota que parte de esta desaceleración de la actividad obedece en parte a un efecto estacional, ya que el periodo vacacional de Semana Santa limitó la producción agregada de la economía mexicana respecto al año anterior.
Controlando por este efecto, es probable que la economía mexicana haya registrado un crecimiento de 2.2 por ciento anual, señala la institución financiera.