Con las reformas aprobadas de septiembre de 2012 a la fecha -de telecomunicaciones, financiera, fiscal y energética-, se incrementa el crecimiento potencial de la economía mexicana en el mediano y largo plazos, destacó Grupo Financiero Santander.
Refiere que para 2015 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé un crecimiento sin reformas de 3.8 por ciento, mientras que la implementación de las mismas permitiría alcanzar un crecimiento de 4.7 por ciento, es decir, prácticamente un punto más que el escenario inercial.
Expuso que en el escenario de largo plazo que presentó recientemente la SHCP, al considerarse las reformas, sugiere que desde 2015 y hasta 2019 habría una “ganancia acumulada” en el crecimiento de la economía de 7.4 puntos más que en el escenario inercial.
La diferencia es notable, sin considerar que hasta ahora una de las principales “carencias” de la economía de México ha sido una tasa de expansión lo suficientemente elevada y sostenible que permita distinguir al país como una economía con un potencial de crecimiento mayor, señala la institución financiera.
Estima que con lo observado en el último año y en particular con la reforma energética, se han logrado cambios significativos en el marco legal de la economía de México que aumentan la posibilidad de observar tasas de crecimiento sostenidas, mayores a las observadas hasta ahora.
“Recordemos que para la mayor parte de las casas calificadores de deuda soberana, el crecimiento más bien moderado de la economía de México constituye, al menos hasta ahora, una limitante a la mejora en la calificación y en las perspectivas del país. Consideramos que esta limitante puede superarse ahora”, argumenta.
La reforma al sector energía, aprobada finalmente tanto por el Senado como por la Cámara de Diputados, implica cambios constitucionales a los artículos 25, 27 y 28.
De ello, destaca que la refinación de petróleo crudo, la generación de electricidad y el procesamiento de gas natural no se definirán en adelante como áreas estratégicas y reservadas para el Estado, lo que permitirá la inversión privada en estas actividades.
Además, se permitirán los contratos de producción compartida y de utilidad compartida, así como la figura de licencias, lo que se considera que resulta en mayor flexibilidad que la propuesta original del Ejecutivo y se percibe positivamente, señala Santander.
Refiere que la legislación secundaria, que regulará el funcionamiento del sector, deberá estar lista máximo en 120 días después de que el Ejecutivo firme la reforma constitucional una vez que ocurra la aprobación en los congresos estatales.
En un análisis, Santander precisa que los cambios a los regímenes de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (VFE) serán establecidos en la legislación secundaria.
Ahora pasará a la aprobación de los congresos de los estados donde se requiere el 50 por ciento más uno de los mismos para que pueda ser promulgada por el presidente Enrique Peña Nieto.
No se prevén problemas para su aprobación, en particular porque el PRI tiene la mayor parte de los gobiernos estatales del país, es decir, 22 del total, añade Santander.