La tasa de ingresos tributarios de México, de 19.6 por ciento del PIB en 2012, se ubica por debajo del promedio de América Latina y es la más baja entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Lo anterior, de acuerdo con el informe “Estadísticas tributarias en América Latina 1990-2012″, emitido por la OCDE, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), así como por el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), presentado este lunes en Santiago, Chile.
El documento refiere que la tasa promedio de ingresos tributarios en los 18 países que cubre el informe se incrementó de manera sostenida, al pasar de 18.9 por ciento, en 2009, a 20.7 por ciento en 2012, luego de caer desde un máximo de 19.5 por ciento en 2008.
A su vez, la tasa de ingresos tributarios de México, de 19.6 por ciento del PIB, se ubica en la posición ocho de 18 países considerados y por debajo del promedio latinoamericano, de 20.7 por ciento del Producto Interno Bruto en 2012.
Además, entre los países de la OCDE, donde la tasa promedio es de 34.6 por ciento, ese mismo rango varía entre 48.0 por ciento en Dinamarca y 19.6 por ciento en México.
El informe muestra que la tasa de recaudación tributaria de México se redujo en 2012 respecto a la registrada en 2011, cuando se ubicó en 19.7 por ciento, y durante dicho periodo fue uno de los cuatro países que mostró una reducción en este indicador, junto con Chile, Guatemala y Uruguay.
Los ingresos tributarios de México como proporción del PIB se elevaron de 15.8 por ciento, en 1990, a 16.9 por ciento en el año 2000, hasta llegar a 20.9 por ciento en 2008, pero luego bajaron a 17.4 por ciento en 2009 y a 18.9 por ciento en 2010, refiere el organismo.
En varios países de América Latina, los ingresos fiscales procedentes de recursos naturales no renovables son importantes como porcentaje del total de los ingresos y representan más de 30 por ciento del total en Bolivia, Ecuador, México y Venezuela.
Lo anterior, abunda el organismo, implica la obtención de mayores beneficios a partir de los ingresos que generan, así como un nivel de riesgo más alto debido a la dinámica del mercado global.
El documento señaló que los ingresos tributarios continúan en aumento en los países de América Latina, pero se mantienen bajos respecto a sus ingresos nacionales en comparación con la mayoría de los países de la OCDE.
A su vez, la tasa de impuestos como proporción del PIB creció de manera significativa en la región en las últimas dos décadas, desde 13.9 por ciento del PIB, en 1990, a 20.7 por ciento en 2012, con 14 puntos porcentuales por debajo del promedio de los países de la OCDE, que es de 34.6 por ciento.
Abunda que existen amplias diferencias nacionales entre las tasas de ingresos tributarios de los países de Latinoamérica.
La lista es encabezada por Argentina (37.3 por ciento) y Brasil (36.3 por ciento), que están por encima del promedio de la OCDE, mientras que al final se ubican Guatemala (12.3 por ciento) y República Dominicana (13.4 por ciento).
Expone que la recaudación tributaria de los gobiernos locales en América Latina es baja en la mayoría de los países y no se ha incrementado, debido al reducido abanico de impuestos sobre el que tienen competencia en contraste con los países de la OCDE.
Los principales resultados del informe son que en 2012 la tasa de recaudación tributaria sobre el PIB subió con respecto a 2011 en 13 de los 18 países de América Latina y el Caribe analizados, se redujo en cuatro (Chile, Guatemala, México y Uruguay) y permaneció sin cambios en uno (Costa Rica).
La diferencia entre la tasa media de recaudación tributaria sobre el PIB de la OCDE y la que corresponde a los 18 países de América Latina y el Caribe se redujo de 19 a 14 puntos porcentuales entre 1990 y 2012.
En 2012, los mayores incrementos de las tasas de recaudación tributaria sobre el PIB correspondieron a Argentina (2.6 puntos porcentuales), Ecuador (2.3 puntos porcentuales) y Bolivia (1.8 puntos porcentuales). Además, las mayores caídas se produjeron en Uruguay (1.0 punto porcentual) y Chile (0.4 puntos porcentuales).
En el periodo 2007-2012, 11 países registraron aumentos; el mayor de éstos se dio en Argentina (ocho puntos porcentuales), seguido por Ecuador (siete puntos) y Paraguay (cuatro puntos). En tanto, otros siete países mostraron disminuciones y destacan Venezuela y la República Dominicana, con tres puntos porcentuales cada uno.
Sobre las estructuras tributarias de la región, luego del sólido crecimiento de los últimos 20 años, los impuestos generales sobre el consumo, principalmente el IVA y los impuestos sobre las ventas, representaron 33.8 por ciento de los ingresos tributarios de los países de la región en 2011, frente a 20.3 por ciento de los países de la OCDE.
En tanto que el peso de los impuestos específicos sobre el consumo (como los impuestos selectivos o los gravámenes sobre el comercio internacional) se ha reducido hasta 17.7 por ciento (en la OCDE es de un 10.7 por ciento).
En los países latinoamericanos, los impuestos sobre la renta y las utilidades representaron en 2011, en promedio, 25.4 por ciento de la recaudación, mientras que las contribuciones a la seguridad social supusieron 16.9 por ciento; en la OCDE dichos porcentajes son de 33.5 y 26.2 por ciento, de manera respectiva.