La recuperación total del sector vivienda, que significaría que su aportación al Producto Interno Bruto (PIB) regrese por arriba de 4.0 por ciento, se dará entre 2014 y 2015, previó el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jorge Carlos Ramírez Marín.
En entrevista, afirmó que debido a que el rumbo de la política de vivienda es el adecuado y la recuperación del mercado será paulatina, el gobierno federal acelera nuevos mercados, productos e instrumentos.
Aunque reconoció que la industria ha perdido poco más de un punto en la contribución al PIB, aseguró que no se sacrificarán los principios planteados ni se modificará la política de vivienda para llegar el objetivo previsto.
Al subrayar que el panorama para la industria es muy positivo, reiteró que la recuperación de la industria "será entre 2014 y 2015”.
Confió en que las desarrolladoras de vivienda -Urbi, Geo y Homex- se irán integrando al mercado nuevamente y el sector podrá regresar a los niveles de construcción de vivienda de hace unos años, y se superarán las 500 mil unidades, lo cual "es absolutamente posible y creo que está recuperación no pasará de 2015".
El funcionario federal dijo que los problemas del sector son relativos, porque en 2013 el sector tuvo utilidades y ello demuestra que no hay ninguna crisis sino que "se trata más de una cuestión coyuntural que de algo que esté afectando de manera sistémica".
No obstante, recordó que los problemas del sector son la necesidad de reactivar el mercado debido a una contracción en la demanda de vivienda (porque la gente es más cautelosa al momento de comprar casa) y un menor financiamiento para las desarrolladoras por parte de banca privada.
Opinó que existe "un problema de percepción y actitud de la banca privada hacia la vivienda" y esto se debe a que en caso de no lograr un buen acuerdo con las desarrolladoras emproblemadas (Urbi, Geo y Homex), los bancos registrarán pérdidas, lo que implicaría un cambio en las condiciones de crédito.
Pero también destacó las fortalezas del sector, entre ellas las reglas claras e inamovibles, los niveles de interlocución con el gobierno permanente e histórico de apoyo para subsidios, además de las reservas “muy bien calificadas”.
El riesgo que existe en el sector es que alguna de estas debilidades, del mercado o la banca, se exponenciaran de forma importante y que nadie comprara casas o que la banca cerrara los créditos, pero "eso no se ve en el panorama", puntualizó.