La estatal mexicana Pemex podría recibir luz verde en la llamada Ronda Cero para mantener áreas de exploración y campos en aguas someras, donde radica la mayor parte de su producción petrolera, pero difícilmente conseguirá todo lo que pidió en aguas profundas y en el controvertido proyecto Chicontepec.
La subsecretaria de Hidrocarburos, Lourdes Melgar, dijo el miércoles que la Secretaría de Energía (Sener) está valorando la lista que envió la semana pasada la empresa estatal para las asignaciones, como parte de la profunda reforma energética promulgada en diciembre para abrir los reservados sectores de los hidrocarburos y electricidad.
Pemex solicitó el 31 por ciento del total de los recursos prospectivos del país, que representan 34.5 de miles de millones de barriles de petróleo crudo equivalente (MMMbpce).
En áreas terrestres, solicitó la asignación del 93 por ciento de los recursos prospectivos; de aguas someras el 59 por ciento; en aguas profundas el 29 por ciento y en lutitas el 15 por ciento.
Melgar, quien también forma parte de Consejo de Administración de Pemex así como el Secretario de Energía, sugirió que habrá solicitudes que simplemente serán negadas a la petrolera, que con la reforma dejará de ser un monopolio estatal tras siete décadas.
"Lo que yo sí preveo es que habrá zonas grises en las cuales nosotros tendremos que pedirles (a Pemex) más información y en algún momento pues habrá que decirles: esto no va, o no puedes tener estas dos cosas, es simplemente de qué tanto pueden abarcar, la decisión final estará en la Secretaría de Energía", dijo en una reducida conferencia de prensa.
Respecto al complejo proyecto Chicontepec, de altos costos y bajo rendimiento por la complejidad geológica, Melgar dijo que Pemex podría no quedarse con todo lo que está solicitando, pese a que la empresa decidió dejar por fuera algunas áreas para que particulares puedan participar en futuras licitaciones.
"Sin duda, estamos pensando que en Chicontepec Pemex se quedará con algo, pero habrá que ver si se queda con todo lo que está solicitando o si se hacen ciertos ajustes", dijo Melgar.
Respecto a la solicitud de lutitas, la funcionaria afirmó que "podría no parecernos mal" el porcentaje solicitado, pero opinó que la petrolera hoy en día no cuenta con la capacidad para desarrollar esas áreas y que más bien podría ir aprendiendo con socios para poder entrar por más espacios en el futuro.
En lo que parece no habrá obstáculos para la estatal es en las solicitudes en aguas someras en la cuenca del sureste. "Lo más probable es que la Secretaría de Energía valide la solicitud". No obstante dijo que en algunos casos de crudo extrapesado la petrolera quizás tendría que ir asociada.
PEMEX GLOTON
Melgar dijo que la intención de la Sener no es ni achicar ni debilitar a Pemex porque no es de su interés que caiga la producción actual de crudo de 2.5 millones de barriles por día y con ello los vitales ingresos por exportaciones petroleras.
"Quizás Pemex quiere, de una manera coloquial, comer todo el pastel pero no puede, tanto porque no es conveniente para la empresa si le damos demasiado que no pueda desarrollar (...) como por el hecho de que como país nosotros tenemos el objetivo muy claro de incrementar la producción", dijo.
Pero sí dejó claro que Pemex podría perder campos que no ha puesto en producción hace años pese a tener reservas certificadas.
Melgar dijo que México cuenta con recursos para hacer más de 10 rondas de licitación y que después de la primera, prevista en 2015, la idea es hacer una cada año hasta el fin de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, y dejar lista la del 2019 cuando entraría un nuevo Gobierno.
"Nosotros trabajaríamos realmente en una propuesta de cinco rondas sabiendo que hay suficientes recursos para muchas más rondas, incluso estamos pensando en este momento rondas de (áreas) de 20,000 kilómetros cuadrados pero eventualmente pudiésemos decidir que queremos que sean más grandes", dijo.
Pese a que la reforma energética fue promulgada en diciembre, el Congreso aún debe aprobar una amplia agenda de leyes secundarias para normarla y para que México pueda ofrecer contratos de asociación que logren seducir los ingentes recursos que requiere para apuntalar su producción de hidrocarburos.