La adecuada implementación de la reforma energética, en su reglamentación secundaria, sumaría un punto porcentual al crecimiento económico potencial de México en los próximos años, con lo que alcanzaría una tasa de 4.0 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) para 2019, consideró BBVA Research.
El economista en jefe de BBVA Research para México, Carlos Serrano Herrera, refirió que los resultados reales de estos cambios estructurales se verán hasta el año 2019, no obstante, sus primeros efectos se notarían a partir de 2016, de una base de crecimiento del PIB de 3.0 por ciento sin reforma.
Durante la presentación del reporte “Situación regional sectorial”, argumentó que estos efectos se esperan hasta dentro de un año, ya que en agosto de 2015 se empezarán a sacar los contratos y hacia 2016 las inversiones relacionados con estos.
Así, detalló, con una base de crecimiento de la economía de 3.0 por ciento, en 2016 esta tasa se elevaría a 3.4 por ciento, un año después a 3.7 por ciento, en 2018 a 3.9 por ciento y para 2019 el crecimiento estimado sería de 4.0 por ciento.
En su opinión, los primeros efectos de la reforma provendrían de un aumento de las inversiones, que se podrían duplicar a 40 mil millones de dólares, y los segundos resultados derivarían del aumento de la producción petrolera estimada para 2018.
Entre los factores de riesgo que podrían considerarse para que se retrasara este crecimiento, aunque se ven lejos de concretarse, está una baja en los precios del petróleo o que la reglamentación de los contratos no sea atractiva fiscalmente.
Así como un cambio en el entorno energético ante la autosuficiencia en la producción petrolera de Estados Unidos y Canadá, aunque ello sería compensado con la demanda de otras naciones, como China e India, explicó.
El economista senior de BBVA Bancomer, Arnulfo Rodríguez Hernández, refirió a su vez que para 2018 los estados productores de hidrocarburos, como Tabasco, Puebla, San Luis Potosí, Nuevo León, Coahuila, Chiapas, Tamaulipas y Veracruz, mostrarán un crecimiento económico superior debido a la reforma energética,
Expuso que el éxito de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos dependerá de los términos fiscales de los contratos determinados por la Secretaría de Hacienda, que anunciará en noviembre, ya que busca incentivar la inversión en yacimientos de difícil extracción, al permitir una mayor deducción de costos para la obtención de la utilidad operativa.
En su opinión, para posibilitar menores tarifas eléctricas, será necesario un mayor número de usuarios calificados que incentiven la participación en generación, pues podrán comprar electricidad a precios spot o acordar contratos de largo plazo con los generadores a precios fijos.
Bajo esta nueva dinámica de adquisición de electricidad, continuó, la cantidad de participantes por el lado de la demanda será un factor clave para impulsar una mayor entrada de competidores en la generación eléctrica.