Durante la época decembrina, los intentos de suicidio en el estado aumentan hasta un 10 por ciento, siendo los más afectados los adultos mayores, así como mujeres y hombres en edad productiva.
El psicólogo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Juan Valdivia Mata, dijo que las mujeres que intentan suicidarse lo hacen consumiendo pastillas, se cortan las venas o abren las llaves del gas; mientras que los hombres utilizan las armas de fuego.
Indicó que es en Navidad y Año Nuevo, cuando en la gente se incrementan los pensamientos suicidas, entre los factores que influyen para tratar de quitarse la vida son: soledad, divorcio, desempleo, jubilación, alcoholismo o muerte de un familiar.
Entre las circunstancias que los orillan a buscar la “puerta falsa” están situaciones como la disminución del poder adquisitivo, pérdida del estatus social, percepción de rechazo y hostilidad social frente a la vejez.
El experto comentó que los factores médicos que se observan en las personas con tendencias suicidas son: enfermedades crónicas terminales, dolorosas e invalidantes; pérdida de facultades físicas o intelectuales, mayor frecuencia de ingresos hospitalarios e intervenciones quirúrgicas, tratamientos que favorecen la depresión.
Hay también factores psicopatológicos, como: las demencias, depresión, alcoholismo y otras adicciones, insomnio, sentimientos de soledad, inactividad, aburrimiento; sentimientos de inutilidad o de fracaso existencial.
A eso se suma la ausencia de proyectos y expectativas de futuro y tendencia melancólica a refugiarse en el pasado.
Valdivia Mata reiteró que en el ISSSTE se cuenta con tratamientos específicos, en donde se trabaja conjuntamente con médicos familiares, especialistas y familiares.
El psicólogo recomendó a padres y madres de familia, que pongan atención a las personas de la tercera edad o familiares que presenten alguna sintomatología psicológica.