El turístico puerto de Acapulco, trata de protegerse de un brote de chikungunya con fumigaciones en calles y domicilios, pero algunos habitantes atemorizados por la inseguridad de la región se niegan a abrir las puertas de su casa, informaron
autoridades este miércoles.
En todo México se registraron 523 casos de chikungunya hasta el 4 de abril, según cifras de la secretaría federal de Salud. Sólo en el empobrecido estado de Guerrero hay 271 casos, la mayoría de los cuales en Acapulco.
Así, las autoridades desplegaron un dispositivo de 550 agentes sanitarios y 62 vehículos con bombas de fumigación para eliminar la larva de mosquito que provoca la enfermedad en el turístico puerto, donde -además de los casos ya confirmados de chikungunya - 2.000 personas presentan síntomas que requieren ser confirmados mediante estudios de laboratorio.
"Vienen las lluvias en mayo, entonces hay que tener la casa limpia, para evitar que se acumule esa lluvia y que empiecen a proliferar los moscos. Ese es nuestro temor", dijo Cornelio Bueno Brito, subsecretario de Prevención y Control de Enfermedades de Guerrero.
Hay 35 colonias identificadas como focos de reproducción del mosquito en Acapulco, todas en barrios populares alejados de la zona turística, precisó el funcionario.
Sin embargo, al menos un 5% de las 300.000 familias cuyas viviendas ya se han fumigado con anterioridad se niegan a reabrir sus puertas, temerosos de que asaltantes o delincuentes aprovechen la oportunidad, aseguró Rufino Silva, subsecretario de Epidemiología.
"Es por seguridad, ya ve cómo están las cosas ahorita", argumenta una vecina de la colonia Renacimiento, que registra el mayor índice de delitos de la ciudad.
El empobrecido estado de Guerrero es un punto clave en las rutas del narcotráfico y en sus agrestes montañas se cultiva marihuana y amapola. Así, sus habitantes son víctimas de las pugnas armadas entre cárteles que se disputan el territorio y que buscan financiarse con robos, extorsiones y secuestros.
El programa contra la chikungunya en este estado, con una inversión de unos 1,3 millones de dólares, consiste en fumigaciones en calles y al interior de domicilios, el reparto de una pastilla que mata las larvas en depósitos de almacenamiento de agua y campañas publicitarias para pedir a la ciudadanía eliminar cualquier fuente de generación del insecto.
El virus de chikungunya, que causa fiebres altas, dolores de cabeza, en las articulaciones y los músculos, fue identificado por primera vez en Tanzania en 1952 y hasta diciembre de 2013 era desconocido en América Latina.