El bebé mexicano que un potente tornado arrebató a sus padres el lunes en la ciudad fronteriza de Ciudad Acuña fue encontrado muerto este martes en medio de la estela de destrucción que causó este fenómeno en cuestión de segundos.
El gobierno del estado de Coahuila, al que pertenece Ciudad Acuña, sostiene que las víctimas mortales por el tornado son 13, incluido este bebé varón de 11 meses. Una fuente del gobierno federal había señalado antes que contando al infante subieron a 14 los fallecidos, pero después dijo que hubo una confusión con la cifra.
El fugaz y destructor paso del tornado sorprendió al amanecer del lunes a unos padres que caminaban con su hijo en un carrito para bebés. Según el relato del alcalde Everardo Lenin Pérez, la pareja y su hijo "fueron catapultados por el tornado" y el niño desapareció entre los escombros de casas derrumbadas.
Los equipos de rescate buscaron al infante durante todo el lunes entre los restos de algunas de las 750 viviendas afectadas por el tornado hasta que finalmente el martes se conoció la mala noticia.
"Lamentablemente encontramos el cuerpo sin vida del menor que fue arrebatado de sus familiares", se resignó el alcalde.
El hallazgo dejó aún más golpeados a los vecinos de los muy humildes barrios que fueron destrozados por los escasos seis segundos que duró el paso del tornado.
"Ha sido muy triste. Hemos quedado muy afectados", reconocía Ana María Morena, una habitante del lugar.
"Lo más trágico ha sido el fallecimiento del bebé. Ayer todos estaban buscándolo con la esperanza de encontrarlo con vida", recordó.
Otras 12 personas, incluidos otros dos niños, murieron y cerca de 300 sufrieron lesiones por el tornado, que dejó un panorama dantesco en Ciudad Acuña con decenas de autos, camiones y autobuses que volaron por los aires y acabaron estampados contra viviendas.
Algunos de los fallecidos eran "conductores de automóviles y de camiones (autobuses) que iban a recoger personas para llevarlas a (trabajar a) las fábricas", explicó este martes Rubén Moreira, gobernador del estado de Coahuila.
Por su parte, el papa Francisco envió una misiva en la que expresó sus bendiciones y condolencias, informó la Conferencia del Episcopado Mexicano en un comunicado.
El tornado azotó con una velocidad de 270 a 300 km/h, generado por el efecto de la combinación de un frente frío y una masa de aire caliente proveniente del océano Atlántico.
"Tenemos miedo"
El presidente Enrique Peña Nieto se desplazó el mismo lunes a Ciudad Acuña, vecina de la estadounidense Del Río, Texas, y se comprometió con la reconstrucción de los siete barrios afectados.
"No los vamos a dejar solos", prometió Peña Nieto este martes frente a damnificados.
El gobierno habilitó refugios temporales para las personas que ya no pudieron pernoctar en sus casas, aunque sólo medio centenar de vecinos los usaron.
"Yo nunca había vivido algo así, fue la cosa más fea que haya visto. Pero tenemos que seguir adelante y ahora con la promesa del presidente de que nos reconstruirá las casas pues nos sentimos un poquito más tranquilos", comentó desde uno de los albergues Rosa Arellano, una abuela de seis niños, que recordaba el temor vivido.
"Los vidrios comenzaron explotar y yo y mi familia (compuesta por seis niños de entre tres meses y siete años y cuatro adultos) sólo atinamos a no salir de la casa. Y eso fue lo que nos salvó porque escuché que otras personas sí salieron y les fue como en feria (resultaron heridos)", dijo Arellano desde el refugio habilitado en un gimnasio público.
La mayoría de los barrios afectados están habitados por obreros que trabajan en maquiladoras (fábricas manufactureras), comentó José Manuel Rodríguez, gerente del hotel La Finca de Ciudad Acuña.
"El tornado pasó desafortunadamente por la zona más pobre de Acuña. Toda esa gente trabaja en las maquiladoras y viven en casitas (...) muy frágiles, aquí les llamamos 'huevos de chorizo' porque apenas cabe la camita, una salita. Están construidas con materiales muy baratos, son casas muy endebles", expuso el ejecutivo.
"Tenemos miedo de que vuelva a pasar otro remolino (tornado), así que de aquí no nos vamos hasta que el gobierno nos arregle bien la casa", concluyó Rosa Arellano.
SIGUEN TEMORES
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que se pueden generar más tornados en las próximas horas en esa zona del norte de México.
Del lado estadounidense, lluvias que acompañaron al tornado se extendieron el lunes a Texas y Oklahoma, donde han muerto al menos seis personas.