El Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Mons. Ramón Castro Castro acusó a Partido de la Revolución Democrática y al delegado de la Secretaría de Gobernación en Morelos, Eduardo Cubria Bernardi de persecución política, todo por criticar la situación de inseguridad que se vive en la entidad.
El miembro del clero católico, realizó en días pasados una reunión con ciudadanos inconformes con la situación de violencia y delitos en la entidad, lo que provocó que tanto el representante de Gobernación, Cubria Bernardi, y el PRD nacional lo acusen de “atentar contra el Estado laico”, cuando todo se deriva a su posición crítica con la administración de Graco Ramírez, situación que denunció el propio Monseñor Castro y Castro en las plataformas católicas de comunicación.
El Obispo criticó las visitas del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong a la entidad, que en su óptica, son para respaldar al Gobernador Graco Ramírez.
Dijo “que haya venido ya dos veces a respaldar la actuación del gobernador, cuando él debería ser el primero en enterarse de que la gente está harta del clima de inseguridad, de que el gobernador ya ni siquiera tiene reuniones públicas, porque todo mundo comienza a silbarle y gritarle”.
Castro Castro aseguró que si, “por escuchar las inconformidades de la comunidad, hay personas que lo quieren demandar, vivirá las consecuencias de su misión como pastor, pero jamás se encerrará en la indiferencia ni guardará silencio cuando la gente sufre situaciones tan atroces”. Reiteró: “¡mi primer deber es escuchar, y eso es lo que hecho!”.
Afirmó que, además de la mencionada demanda en su contra por parte del PRD, el gobierno del estado comenzó a gestar, en contra de él y del Rector de la UAEM, una campaña en medios de comunicación, pagada con recursos públicos; “para demostrar esto, he subido a mi cuenta de Twitter un recibo de pago que se hizo a medios de comunicación”.
El mismo “purpurado” explicó que el motivo de la denuncia interpuesta por el PRD nacional en su contra, es que “supuestamente él está incitando a la homofobia”, cuando en realidad la razón de dicha demanda tiene tintes políticos.
Castro y Castro abundó que “el pretexto fue una reunión que tuve en la Catedral de Cuernavaca con personas afectadas por la difícil situación que priva en la entidad, una reunión motivada por el Rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Alejandro Vera, así como por el escritor Javier Sicilia, quienes me pidieron escuchara a ese grupo de personas que han sido víctimas de la violencia, la inseguridad y la ilegalidad. Me dijeron que serían cerca de cincuenta, pero como se fueron pasando la voz, al final acudieron más de cien; así que ahora, además de ‘homofóbico’, se me acusa de estar promoviendo este tipo de encuentros”.
El Obispo de Cuernavaca subrayó que durante dicha reunión, “que resulta histórica, en tanto que se juntaron grupos antagónicos”, lo único que él hizo fue escuchar, ya que “quien llevó la batuta” fue el Rector de la UAEM.
En su narración, explica: “independientemente de eso, la acusación de ‘homofóbico’ en mi contra, responde a que, por una parte, se intenta crear más animadversión hacia nosotros por parte de la comunidad homosexual, asegurando que en mis homilías incito a la homofobia, lo cual es completamente falso; prueba de eso, es que una buena parte de las personas que se reunieron conmigo en la Catedral están a favor del ‘matrimonio igualitario’, así que lo que salta a la vista es que se trata sólo de una estrategia del PRD para desprestigiarme”.
Para el Obispo de Cuernavaca, esta denuncia “de homofobia” es poco seria, y “que ahora agregan el tema de que violé la Ley de Asociaciones Religiosas al permitir que personas inconformes se reunieran conmigo en la Catedral”.
Da sus razones Castro y Castro: “dicen que me estoy metiendo en política, cuando no es así; primero, si permití que la reunión se realizara en el recinto, fue porque es un lugar céntrico; y segundo, mi deber como pastor es escuchar los problemas de la gente, de mi pueblo que está dolido, herido, que es víctima del crimen y la ilegalidad”.
Subrayó que, mientras el gobierno local insiste en que en Morelos las cosas están bien, la gente está cansada de ser víctima del crimen y la violencia.
El Obispo de Cuernavaca mandó un mensaje a la sociedad: “Quiero recordar a todo mundo que la verdad nos hará libres; no podemos vivir de mentiras o mundos imaginarios, y esperar que México mejore”.
Finalizó: “¡Tenemos que ver cuál es nuestra realidad, porque solo así podemos mejorarla!”.