San José Iturbide, Gto.- El origen de la radiación detectada en la comunidad La Cantera, en este municipio, son las rocas del subsuelo ricas en uranio y otros compuestos que se degradan naturalmente, y han llegado a la superficie debido a la sobreexplotación de los mantos acuíferos, sugiere un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).
Marcos Adrián Ortega Guerrero investigador del Centro de Geociencias de la UNAM, Campus Juriquilla, Querétaro, aseguró que debido a la sobreexplotación del agua por actividades como la agricultura y la industria, así como el desarrollo urbano, los mantos acuíferos han perdido su capacidad de recargarse con la lluvia.
Por ello, el agua utilizada proviene de un nivel más profundo del subsuelo y tiene entre 10 mil y 35 años siendo subterránea, tiempo que lleva en contacto con los compuestos potencialmente nocivos para el consumo humano.
Ortega Guerrero recordó que el año pasado, luego de que se conociera la incidencia atípica de casos de leucemia en niñas menores de 12 años –tres murieron en menos de dos años y dos siguen en tratamiento-, se realizó un estudio.
El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, a petición de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), midió la radiactividad en el pozo que abastece a La Cantera y corroboró la existencia de radiación “alfa” en niveles de 2.3 becquereles por litro, cuando el máximo aceptable es de 0.56.
Ante tal hallazgo, el 28 de abril pasado la UNAM integró un grupo un grupo interdisciplinario conformado por los Institutos de Física, Ciencias Nucleares, Ciencias del Mar y el Centro de Geociencias para investigar los compuestos y el origen de la radiación.
Entre los resultados se encontraron niveles elevados de gas radón en el agua subterránea, por encima de 11 becquereles por litro; también se encontró en el suelo y en el aire, dentro de viviendas.
Dicho gas, explicó, es resultado de la de desintegración natural del radio, que previamente fue uranio contenido en las rocas de la zona, por lo que se descartó que la fuente de contaminación fuera un basurero a 20 metros del pozo como se pensaba originalmente.
El investigador precisó que esta problemática afecta tres kilómetros a la redonda a la población de las comunidades de La Huerta y La Cantera, que concentran unos mil 500 habitantes.
Sin embargo, dijo que mediante sistemas relativamente sencillos de aireación que se instalarían en los hogares se podría quitar el gas contenido en el agua, a fin de que sea apta para el consumo humano.
El experto, quien lleva 15 años investigando los problemas de la Cuenca Independencia, recordó que la sobreexplotación también ha causado en otras zonas de la región que el agua esté contaminada con flúor y arsénico.
Aunque esos compuestos no se encuentran en el agua de La Cantera, adelantó que prevén hacer estudios en toda la cuenca para saber si hay o no presencia de compuestos radiactivos.