Durante su detención o al interior del centro de reclusión, 57% de los jóvenes en conflicto con la ley padecieron actos de tortura de parte de fuerzas del estado, reportaron quienes dieron su testimonio a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para el Informe Especial Adolescentes: Vulnerabilidad y Violencia".
"Desafortunadamente abunda la tortura, que no la hemos podido erradicar del país y las policías que detienen a estos chicos no han entendido que la tortura no va, mucho menos cuando tratan con adolescentes", reclamó Elena Azaola, investigadora del CIESAS y responsable del estudio.
México tiene 11 millones de adolescentes de 14 a 17 años de edad, son el 10% de la población total del país, "ellos representan la población en quien se "manifiesta de manera más extrema la vulnerabilidad, sobre todo quienes están privados de su libertad (de los jóvenes recluidos, quienes tienen entre 15 y 16 años representan el 18% en los centros para adolescentes), se detalla en el estudio.
Por cierto, en este marco de análisis de adolescencia en vulnerabilidad , la Dra Azaola se refirió al caso de violencia en un colegio regiomontano; comentó que los hechos en las escuelas aluden más a posible imitación, conflictos no resueltos o alguna problemática psicológica.
"Siempre va a haber casos anómalos, aberrantes, tristes o extremos, pero esto no debe generalizarse o llamar a pánico y que las escuelas o los niños estén aterrados, claro que deben tomarse medidas para aprender a solucionar conflictos de otra manera", insistió la experta en infancia.
En ese sentido el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez pidió prevención y no reacción ante conflictos con niños y adolescentes, quienes "están demandando el ejercicio de sus legítimos derechos"; asimismo llamó a instrumentar mecanismos para la solución de conflictos y conocer qué fue lo que llevó al niño a cometer está conducta para generar políticas que inhiban estás dolorosas consecuencias".
En el Informe Especial Adolescentes: Vulnerabilidad y Violencia" concentrado en 730 menores privados de su libertad por la comisión se alguna infracción en 17 entidades del país. De ellos el 34% cometió homicidio, el 24% robo con violencia, el 13% secuestro, 12% violación y 4% robo de vehículo. El 70% reconocieron haber empleado un arma para cometer el delito.
El 35% de los adolescentes en reclusión actuaron bajo, titular de la CNDH las órdenes de una estructura de delincuencia organizada; el 27% dentro de una pandilla o banda sobre todo de amigos o vecinos y el 38% cometieron delitos en solitario.
La doctora Elena Azaola, responsable del estudio, señaló que de los jóvenes en conflictos con la ley con quienes hablaron, 6 de cada 10 tienen o han tenido algún familiar en prisión. Sus padres se han separado en el 62% de los casos y el 22% nunca conoció a su padre.
51% de los adolescentes privados de su libertad escaparon de casa, 43% huyeron del hogar de modo definitivo aunque el 31% se salieron por problemas familiares. 40% denunciaron haber recibido golpes, burlas y humillaciones y un 12% abuso sexual.
68% consumía en libertad alcohol o drogas y el 12% dice no confiar en nadie aunque la mitad considera que su madre es la persona más importante en su vida. El 31% califica como "mala" la situación económica de su familia y que en casa falta comida.
"En realidad estos niños nunca tuvieron infancia, el 89% de los adolescentes había trabajado antes de comenzar a cometer infracciones, un alto porcentaje trabajaba desde antes de los 12 años (y sus ingresos aumentaron hasta 10 veces más al ingresar a la delincuencia)", apuntó la Dra. Azaola.
Asimismo, el 4% nunca fue a la escuela; el 15% cursó la primaria completa, 20% terminó la secundaria, 16% cursó algún grado del bachillerato y el 53% señala que no le gusta la escuela.
Delicado el caso de las mujeres adolescentes en reclusión al sufrir mayor número de agresiones sobre todo de tipo sexual (el 90% de estas víctimas son mujeres) y su situación se agrava si son madres e indígenas.
La CNDH también urgió a asegurar el pleno cumplimiento de los derechos de niños y adolescentes; de hecho, la mayoría demanda oportunidades de educación, trabajo, deporte, recreación y participación, subrayó el organismo.