El director general del IMSS, Mikel Arriola confirmó que en el caso de las dos residentes de la Clínica 25, ubicada en Monterrey, Nuevo León, que cometieron el error de tomarse fotografías con un pie amputado y divulgarlas en sus cuentas en redes sociales, fueron sancionadas con la destitución.
“Que tuvimos, desgraciadamente, dos casos, de doce mil, donde hubo una equivocación. Que tuvo que ver con romper la ética de los médicos y la sanción fue la separación en lo laboral. Hay que recordar que los residentes y los médicos son servidores públicos y que la facultad para rescindir su relación laboral la ejerce el Instituto con causales”, dijo.
Entrevistado en la Cámara de Diputados, donde acudió a la inauguración de la Semana Nacional de Seguridad Social, el funcionario agregó que la institución prepara un protocolo de manejo de redes sociales entre su personal, a fin de que tengan claro qué puede o no divulgar públicamente, ello, en cumplimiento de los protocolos médicos vigentes.
“Estamos generando un protocolo de manejo de redes sociales para que ellos sepan qué se puede hacer y qué no se puede hacer, porque todos estamos aprendiendo a utilizar las redes y sabemos del gran poder que tienen las redes, y en materia médica es muy importante ajustarnos a un estricto protocolo”, abundó.
“Determinar en la parte del ejercicio de la profesión, que el objetivo central, es proteger al derechohabiente, y proteger al derechohabiente implica proteger su privacidad. No podemos tolerar que después de que un derechohabiente pierde una pierna, eso se promocione como un logro de la práctica. Tenemos que respetar la intimidad y los derechos humanos de nuestros derechohabientes y por eso este protocolo”, subrayó.
Indicó que la institución cuenta con 12 mil residentes que tienen una carga de trabajo muy importante, están sujetos a una gran presión y aún así, deben cumplir de manera ética con sus labores, que son las de brindar un trato digno y oportuno a los derechohabientes, lo que incluye el respeto absoluto a su salud, su personalidad, su privacidad e integridad.
Señaló que los residentes que laboran en el IMSS lo hacen de manera formal, son servidores públicos y por lo tanto, si incumplen las reglas el organismo, están sujetos a la aplicación de medidas administrativas como la destitución.
Señaló que cada año se abren seis mil 500 residencias médicas que operan en ciclos bianuales y se hará lo necesario para corregir las anomalías que se puedan cometer.
En cuanto a las quejas por mal servicio y carencia de medicamentos, indicó que en la Ciudad de México el abasto es de 99 por ciento; mientras que a nivel nacional ese índice es de 98.7 por ciento, de modo que si hay casos de escasez de medicinas, son aislados.
Sobre el rezago en cirugías, añadió que el año pasado esa cifra era de ocho mil 900 operaciones, pero este 2017, el número bajó a siete mil 500, debido a la aplicación del programa “Fin de Semana”, donde se convoca a médicos y especialistas a realizar sábados y domingos ese tipo de intervenciones, en especial en las áreas de traumatología y ortopedia.
Aunado a ello, el personal está ofreciendo consultas de primer nivel en esos mismos rubros, lo que permitirá reducir paulatinamente el cúmulo de operaciones pendientes.
En tanto, el director del ISSSTE, José Reyes Baeza, destacó que ese organismo no ha tenido casos tan graves como el de las residentes en Monterrey, sin embargo se alistan directrices en materia de ética y derechos humanos, para evitar que esas situaciones se pres