Con más de 100 kilómetros de conducción de agua en tuberías de 2 metros de diámetro, el Acueducto Cuchillo II de Monterrey,
es considerado por CIPRO, la empresa con mayor trascendencia en la supervisión de obras hidráulicas y energía en México y el Caribe, como un reto posible en materia de energía, construcción y control presupuestal, ya que tiene a su cargo la elaboración del estudio de la viabilidad del suministro de tubería y equipos de bombeo, el seguimiento a la producción de los proveedores, así como la verificación de la calidad y la entrega en tiempo y forma para lograr la correcta ejecución de esta obra.
“Nuestra empresa en su papel de firma de ingeniería independiente, realiza la supervisión de cuatro proveedores involucrados en esta magna obra mediante la administración técnico-financiera de los recursos económicos que han sido destinados al Cuchillo II, pues deseamos evitar la demora en el avance de la misma, por lo que de manera ética, responsable y honesta apoyamos en el flujo del ciclo financiero del presupuesto federal que se ha implementado para este acueducto”, aseguró Manuel Salas, CEO de CIPRO.
La construcción de este ambicioso proyecto en la Sultana del Norte, que ha sido valuado con un monto total de 6 mil millones de pesos, ha requerido equipos de excavación, bombeo y tenencia de la tierra, pues el objetivo central es duplicar la cantidad de agua que llega a la ciudad y evitar las fugas que afectan al consumo de la población, aseguró el experto.
“Para CIPRO es importante que los ciudadanos vean el retorno social del presupuesto que invierte el gobierno federal en obras de alto impacto como esta, pues el Cuchillo II, sin duda, será un pilar importante en la infraestructura del estado de Monterrey”, enfatizó Salas.
El conteo de tubería registrado hasta la mitad de este mes de febrero por parte del Sistema de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), refleja que ya se han entregado a los encargados de las obras más de 3 mil tubos por lo que el avance de la obra es significativo para la región, pues una vez terminada se garantizaría el suministro para toda la región hasta 2050.