Laredo, Texas. - A menos de 24 horas de que comienzar en Estado Unidos, el Black Friday y desde hace varios días, al menos una veintena de personas ya se encuentran acampando y haciendo fila en los principales establecimientos, en Laredo, Texas, para aprovechar las ofertas de venta después del Día de Acción de Gracias.
“Llegamos aquí el lunes y aunque si nos tocó bastante frío, pues esperamos poder comprar algunas computadoras y equipo de juego”, explicó Joe Flores quien es originario de Laredo y que año con año, se planta a las afueras de una conocida tienda para poder aprovechar las ofretas que ofecen en el famoso Viernes negro.
Pero este año, las grandes cadenas de distribución no han esperado hasta estas fechas y han ofrecido sus promociones por adelantado, con la esperanza de hacerse con una porción de los 600 mil millones de dólares que se espera que los estadounidenses gasten en compras de fin de año.
Por su parte, Robert Speer, quien tiene una semana (desde el jueves 21 de noviembre) acampando afuera de la tienda Best Buy, está preparado para comprar.
“Estuvimos a 32 grados (Farenheit), pero tenemos todo, cobertores, sudaderas, pants, y la casa de campaña”, puntualizó Speer.
Se estima que en promedio, un neolaredense gasta entre 300 y mil dólares durante el Black Friday en centros comerciales y tiendas de Laredo, Texas.
Iniciativas como el Buen Fin no han logrado cautivar a los residentes de Tamaulipas, que prefieren invertir su dinero en productos más baratos a unos pasos de la frontera, lo que hace cada vez más grande, la llamada fuga de consumidores, que se estima es de seis mil millones de dólares al año.