Un alumno de una secundaria en Ciudad Victoria, murió esta mañana víctima de las lesiones que le produjeron cuatro compañeros, quienes lo balancearon en “columpio” y lo arrojaron contra una pared.
Desde el pasado 14 de mayo, Héctor, alumno de primer grado de la escuela secundaria número 7 “Eleazar Gómez”, permanecía con muerte cerebral; finalmente fue declarado muerto a las 03:30 horas de este martes.
Los maestros y directivos de la Secundaria General número 7 en Ciudad Victoria fueron separados de su cargo para llevar a cabo las investigaciones sobre la muerte del menor, informó el secretario de Educación en Tamaulipas, Diódoro Guerra Rodríguez.
“Para poder llevar a cabo la investigación necesitamos hacer esa separación. Ayer ya dimos indicaciones en ese sentido de que vamos a proceder de esa manera”, dijo.
El funcionario de Educación en Tamaulipas dijo que se debe evitar que se repitan casos como éste.
La familia presentó una denuncia de hechos ante la Procuraduría de Tamaulipas, la cual se turnó al área especializada para menores y, aunque está en revisión, dijo Guerra Rodríguez, a la par se indaga la participación que tuvieron los maestros y directivos.
“Ayer mismo se iniciaron las investigaciones, pero antes que nada quiero decirles que toda la comunidad educativa está consternada, dolida, impactada por este asunto. Es todo lo contrario a lo que se espera del proceso educativo, de que esta formación a los niños los enseñe a convivir, respetarse, a tener un ambiente armónico, ir construyendo ese tejido social que todos estamos buscando y trabajando”, destacó.
Por su parte el secretario de Salud en Tamaulipas, Norberto Treviño García Manzo, dio a conocer que la familia del menor aceptó que su hijo se convirtierta en donante, salvando con ello la vida de dos jóvenes.
“Los padres tuvieron el rasgo humanitario de gran valor de, aún en su situación de duelo, decidieron que del niño se donaran dos riñones. Se terminó la extracción de los dos riñones a las cuatro y media de la mañana”, informó.
Los dos riñones fueron enviados al Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAE), donde un paciente varón de 20 años y una menor de 12 años, esperaban por su trasplante.