Afecta reforma energética a 12 millones de indígenas

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En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en México, los derechos de los pueblos son atropellados por un conjunto de leyes que atentan contra su propia existencia y resulta insoslayable mencionar que la participación de los pueblos indígenas con el Estado, en un proceso de diálogo, de reconocimiento y garantía de sus derechos, desde un enfoque de interculturalidad, es un elemento condicionante para la constitución de verdaderos gobiernos democráticos.

Las Leyes Secundarias de la Reforma Energética tienen mayor rango que los derechos de los pueblos indígenas garantizados en la Constitución Federal y en Tratados Internacionales, que fueron ignorados, afectando al menos a 12 millones de mexicanos, la mayoría indígenas.

El gobierno Federal prácticamente regaló las tierras de los indígenas, los despojó de su propio origen obedeciendo a presiones de particulares que ambicionan obtener los recursos naturales propiedad de las comunidades indígenas por centurias.

Es incomprensible que en pleno siglo XXI los indígenas de nuestro país padezcan la maldición de su propia riqueza y que estén condenados al éxodo, siempre empujados hacia las zonas más pobres y hacia la marginación letal.

Así lo advirtió el diputado perredista Gabriel Godínez Jiménez, con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas. El también presidente de la Comisión de Gestión Integral del Agua, al expresar su rechazo a la reforma en materia energética, subrayó que quienes defendieron esa iniciativa pasaron por alto que las leyes reglamentarias sobrepasan las normas constitucionales y al propio Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ambos documentos jerárquicamente superiores de protección a los pueblos indígenas.

El dictamen ya aprobado de la Ley de Hidrocarburos pretende maquillar tramposamente el pillaje de sus tierras al decir que se les va a consultar, es una burla, apuntó. Ellos dirán que no, se manifestarán en contra del ultraje a sus propiedades, pero de cualquier manera procederá la expropiación.

Las concesiones mineras traerán el exterminio de bosques, selvas, en menos de lo que parece, terminando así con los territorios y lugares sagrados de la población indígena, destacó.

La Reforma Energética maneja la ocupación temporal por expropiación, de esa manera el Estado pierde soberanía y las empresas transnacionales adquieren mayor poder sobre el territorio de los pueblos. Con ello, desde luego, acotó, hay un despojo y destrucción del patrimonio natural y cultural de los indígenas.

Gabriel Godínez mencionó que el Artículo 27 Constitucional establece que la exploración y explotación de petróleo, gas e hidrocarburos son actividades estratégicas de interés social y orden público, y en ese sentido tienen prioridad y preferencia sobre cualquier actividad que se realice en el suelo y subsuelo del territorio nacional.

Sin embargo, agregó, con las Leyes Secundarias se prioriza la actividad particular, pudiendo el Estado celebrar contratos para la explotación de energéticos bajo figuras de servidumbre voluntaria, ocupación superficial o temporal.

De esta manera, añadió, los pueblos vuelven a ser víctimas del despojo por empresas mineras que sólo han traído represión hacia los pueblos rarámuris, zapotecos, mixtecos, chantinos, nahuas, me´phas, coras que son tan sólo algunos cuantos de los pueblos afectados en su territorio, y que también son víctimas de desplazamientos involuntarios de sus lugares de origen.

Además, subrayó, con vileza se transgredieron sus tradiciones, usos y costumbres, su cosmogonía, al excluírseles de su constante armonía con la naturaleza. Su cosmovisión, dijo, es cultural y no económica. La relación de los pueblos indígenas con su tierra es una aproximación espiritual, muy fuera de una connotación jurídica tradicional, precisó.

Sin embargo, refirió, el partido hegemónico que gobernó durante más de siete décadas y que hoy regresa, luego de 12 años de estar fuera del poder presidencial, junto con los grupos parlamentarios que han votado a favor de la Reforma Energética, y no les interesa el valor cosmogónico de los territorios de los pueblos indígenas ni la pervivencia de su cultura.

Pero no debemos olvidar, señaló, que los indígenas han demostrado capacidad de organización y que son resistentes a los atropellos del gobierno materializados en las Leyes Secundarias y que en cualquier momento pueden retomar lo que se les ha robado al paso de los siglos.

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