Los últimos datos arrojados por la página www.datosmacro.expansión.com , señalan que México se mantiene en la
economía 15 del mundo en relación con el volumen de su Producto Interno Bruto, aunque con una deuda pública de casi 800 millones de euros, lo que representó más del 50% de su Producto Interno Bruto hasta el año 2022. Habremos de esperar los resultados de 2023 para que los argumentos de los legisladores de oposición se puedan cotejar en los macros, y verificar si en verdad se contrató más deuda pública para la entrega de los proyectos emblemáticos de la Cuarta Transformación como son el tren maya, el tren transístmico y el aeropuerto Felipe Carrillo Puerto.
Sin embargo, de acuerdo con el estudio en comento, a pesar de que México es la décimo quinta economía, en el ranking mundial de nivel de vida se localiza en el número 74 de 196 [1] , considerando que el salario mínimo, aún y cuando ha aumentado de 88 pesos a más de 200 pesos en tan solo 5 años, sigue siendo uno de los más bajos del mundo.
Datos de la Organización de las Naciones Unidad que miden el índice de desarrollo humano o IDH por sus siglas [2] , arrojan que nuestro país se ubica en la posición número 86 de 196, lo que nuevamente no concuerda con los niveles que en teoría debería tener un país ubicado en el número 15 en las economías del mundo, es decir, algo sigue sin cuadrar.
En este orden de ideas, datos del CONEVAL [3] , nos indican que en México se ha percibido una disminución de la pobreza laboral, es decir, aquellas personas cuyo salario es menor a la canasta básica, al pasar del 40.1% de la población al 37.3%, pero sin llegar a los números anteriores a la pandemia que oscilaban el 36.6% de la población, en donde debemos destacar que Quintana Roo se ubica por encima de la media nacional debido a la naturaleza turística del destino, pero además por la mano de obra contratada para obras como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Carrillo Puerto y las obras en Cancún como el puente lagunar y el boulevard Colosio.
Otro dato lamentable es el desmoronamiento de la clase media, que poco a poco se decanta hacia abajo, situación que, de continuar con esa inercia, impactará en el sistema educativo, ya que gran parte de los padres de familia de clase media invierten en procesos. educativos más completos y son quienes sostienen el grueso de las matrículas de los escasos alumnos de posgrado en México; lo que aunado a los bajos resultados en la prueba PISA de 2023, nos coloca en números que no coinciden con la 15ª economía mundial.
Uno de los elementos innegables para poder explicar esta disparidad numérica como país en todos los sectores, lo es sin duda la corrupción. Fenómeno que se da y de sobra en el sector público, ya que los indicadores internacionales demuestran que aún los mexicanos siguen considerando que en la actualidad existe una elevada corrupción, de acuerdo con el índice de percepción de corrupción en el sector público en México, en donde nos colocamos en el lugar 128 de 180 países en medición [4] .
Tan solo en lo que va de este sexenio, de conformidad con el Instituto Mexicano de la Competitividad, por sus siglas IMCO [5] , en el Centro de Investigación en Política Pública, se obtuvo que el índice de riesgos de corrupción en el 2023 en donde se midieron 184 instituciones públicas, el 71% de éstas aumentaron el riesgo de corrupción, es decir que 7 de cada 10 instituciones aumentaron en su riesgo de corrupción en relación con la medición de 2021 por falta de competencia, de transparencia, de cumplimiento con la Ley y de la contratación de proveedores boletinados.
Una vez analizados los datos macros de México en diversos ámbitos podemos concluir que un factor fundamental para que la décimo quinta economía del mundo no se refleja en el bienestar y desarrollo de su población, es precisamente el de la corrupción, que sin duda es el mayor. Reto al que nos enfrentamos y el combate a este flagelo será el objetivo fundamental para el proceso de 2024 si es que queremos elevar nuestra calidad de vida.
Hugo Alday Nieto.
@Hugo_Alday