El desarrollo de un vehículo para llevar a cabo vuelos turísticos y científicos suborbitales sufrió un importante revés el 31 de octubre, cuando el primer vehículo Spaceship Two se desintegró durante una de sus misiones de prueba, a gran altitud, y supuso la muerte de uno de sus dos pilotos.
El vuelo había sido diseñado para ensayar un nuevo motor híbrido. Pero cuando el vehículo fue soltado desde el avión nodriza, el White Knight 2, y encendió dicho motor, éste sólo funcionó durante 9 segundos, antes de que la nave se rompiera en pedazos. Los restos cayeron al suelo, y con ellos murió Mike Alsbury, mientras que su compañero Pete Siebold, aunque herido, pudo posarse gracias a su paracaídas.
Las investigaciones iniciales indican ya un hallazgo importante, y es que, durante el funcionamiento del mencionado motor, uno de los pilotos soltó el anclaje de las dos alas laterales (o plumas), que permitirían después frenar el descenso de forma controlada, al desplegarse hacia atrás. En este caso, dichas alas, por algún tipo de problema o fallo, se desplegaron antes de tiempo, y, con el motor aún en marcha, habrían sido arrancadas por las fuerzas aerodinámicas (se había superado la velocidad del sonido), destruyendo el resto del vehículo, que habría empezado a dar tumbos. Así pues, a la espera de una confirmación, los técnicos estudiarán ahora si lo ocurrido se debe a un error de procedimiento, de los pilotos o del sistema de despliegue, o incluso si hubo otras razones implicadas.
El segundo Spaceship Two aún está en construcción. En todo caso, se tardará algún tiempo en reanudar los vuelos de prueba, y con ello, se retrasan los primeros vuelos turísticos que Virgin Galactic quería iniciar el año que viene.