Un equipo de astónomos de Italia, Reino Unido, Canadá y España detectaron cientos de agrupaciones de galaxias entre 2.000-3.000 millones de años después del Big Bang, ubicadas mucho más lejos de lo que se había explorado
hasta ahora y con una gran cantidad de nuevas estrellas en su interior.
Este descubrimiento, gracias a los satélites Planck y Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA), podrá ayudar a los científicos a resolver el problema clave del origen de los primeros conglomerados a gran escala de las galaxias.
La nvestigación, publicada en la revista Astronomy & Astrophysics, ayudará a determinar el contenido de bariones del universo (la materia y las partículas elementales de la que estamos hechos nosotros y las estrellas) y averiguar el papel de la materia oscura en la evolución del universo.
“Con un poco de fantasía, podríamos decir que Planck ha descubierto el cofre del tesoro al hallar estos grupos compactos de galaxias en el universo más lejano y Herschel ha mirado en su interior para descubrir las brillantes monedas de oro allí escondidas: las galaxias de alta formación estelar. Estoy especialmente satisfecho con este descubrimiento porque confirma nuestras predicciones hechas hace diez años. Y en segundo lugar, porque, con este excelente resultado, tenemos otra confirmación más de la versatilidad y de la potencia de los dos satélites”, explica Luigi Toffolatti, coautor del trabajo.
“Sólo estamos al inicio de este proyecto, los resultados más impresionantes están aún por llegar durante los próximos meses”, concluye Hervé Dole, líder del estudio.