La nave de la Agencia Espacial Europea (ESA) Venus Express detectó la presencia de actividad volcánica en Venus, el planeta vecino de la Tierra.
La superficie del astro es difícil de captar debido al grosor de su atmósfera, pero los
radares de misiones anteriores demostraron que Venus se encuentra cubierto de volcanes y antiguas lenguas de lava, indicó la ESA en su sitio de internet.
El satélite es casi igual al tamaño y composición de la Tierra, por lo que se considera probable que tenga una fuente de calor interna, quizás debido a la radioactividad.
Dicho calor, explica la ESA, tiene que escapar de alguna forma, y una posibilidad es que lo haga en forma de erupciones volcánicas.
Algunas teorías de evolución planetaria aseguran que en Venus se generó una superficie nueva después de una inundación cataclísmica de lava hace alrededor de 500 millones de años, pero nunca se aclaró y es una cuestión presente en las ciencias planetarias.
La nave de la ESA Venus Express concluyó en 2014 ocho años de observaciones en el planeta, y a través de una serie de medidas de diferentes longitudes de onda aclaró esta presencia volcánica.
Fue en 2010, cuando los científicos comunicaron que la radiación infrarroja procedente de tres regiones volcánicas era distinta de la del terreno circundante, refirió la ESA.
Los especialistas interpretaron este hecho como radiación procedente de lava casi fresca aún no sometida a la erosión, por lo que se determinó una edad de menos de 2.5 millones de años para estos flujos de lava, pero no se pudo aclarar si el volcanismo sigue activo en el planeta.
En la actualidad, un grupo de científicos planetarios detectó cambios en el brillo de la superficie en imágenes tomadas con apenas unos días de diferencia con un canal de infrarrojo cercano en la cámara VMC (Venus Monitoring Camera), capaz de mapear emisión térmica desde la superficie a través de una ventana en la atmósfera del planeta.
"Hemos visto varios sucesos en que una región de la superficie de repente se vuelve más caliente y después se enfría de nuevo. Estos cuatro puntos calientes están en lo que se sabe, por las imágenes de radar, que son zonas de fallas tectónicas.
“Pero es la primera vez que detectamos que están calientes y que cambian de temperatura cada día. Es la mejor evidencia hasta ahora de volcanismo activo”, expresó el miembro del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS), Eugene Shalygin.
Los puntos calientes están a lo largo de la zona de fallas Ganiki Chasma, próxima a los volcanes Ozza Mons y Maat Mons; dichas zonas son el resultado de fracturas en la superficie, fenómeno que a menudo se asocia al movimiento del magma bajo la superficie.
Este proceso puede hacer que el material caliente suba y salga a la superficie por las fracturas.
"Estas observaciones están al límite de las capacidades de la nave, y fue muy difícil realizarlas a través de las gruesas nubes de la atmósfera venusiana. Pero la cámara VMC fue diseñada para ello y afortunadamente vemos estas regiones de temperatura cambiante, y que están más calientes que la media de la superficie”, dijo el investigador Wojciech Markiewicz.
Se estima que la zona caliente llamada “Object A” podría ocupar no más de un kilómetro cuadrado, con una temperatura de 830 grados centígrados, muy superior a la media global de 480 grados centígrados.
Ganiki Chasma ya se consideraba una de las zonas con más actividad geológica y según sugieren los nuevos análisis, sigue ahora activa.
Por su parte, el investigador y jefe científico de Venus Express de la ESA resaltó que por fin se incluirá a Venus en el selecto club de cuerpos del sistema solar con actividad volcánica.
"Nuestro estudio muestra que Venus, nuestro vecino más próximo, es aún activo y cambiante a día de hoy. Es un paso muy importante en nuestro esfuerzo por entender las distintas historias evolutivas de la Tierra y Venus”, agregó.