Los astrónomos están ansiosos por saber lo que está ocurriendo en Júpiter, pues la Gran Mancha Roja, la enorme tormenta en su atmósfera, ha continuado este año disminuyendo su tamaño, se ha vuelto más circular y tomado un color más
naranja.Las más recientes imágenes capturadas por el telescopio espacial Hubble y publicadas por la NASA revelan múltiples características del planeta, incluyendo vientos, nubes y tormentas.A partir de ellas, investigadores del Centro Espacial de Vuelo Goddard de la NASA produjeron dos mapas globales, las primeras imágenes anuales del programa OPAL (Outer Planet Atmospheres Legacy), que estudia la evolución de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.Las imágenes revelan que el eje de la mancha roja continúa reduciéndose y se calcula que es cerca de 240 kilómetros más corta de lo que era en 2014. Ahora se ve menos ovalada y más circular y el color rojo que la caracterizaba se está volviendo naranja, mientras que en el corazón de la tormenta se observa un inusual y tenue filamento que se extiende casi todo su ancho.Los vientos de Júpiter serían de 540 kilómetros por hora. Se observa una onda similar a las baroclínicas de la atmósfera de la Tierra cuando se está formando un ciclón. Esta onda se había visto antes sólo una vez, en 1977, cuando la Voyager 2 capturó imágenes tenues.“Hasta ahora pensábamos que la onda vista por el Voyager 2 habría sido una casualidad”, admiten los astrónomos, que señalan que probablemente la onda se forma debajo de las nubes de Júpiter y luego se levanta por arriba de ellas.“Cada vez que miramos a Júpiter obtenemos tentadoras pistas de que algo realmente fascinante está pasando. Esta vez no es la excepción”, sostiene la doctora Amy Simon, del Centro de Vuelo Espacial Goddard.